El sospechoso fue detenido gracias a la colaboración de un refrendador que le vio subir a su coche y fotografió la matrícula del transporte. Ha sido identificado como Ryan Wesley Routh, de 58 primaveras. La Policía ha localizado el armamento de fuego y dos mochilas en los arbustos, así como una cámara GoPro. Tanto el presidente Joe Biden como la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, han emitido sendos comunicados en los que expresan su alegría porque Trump se encuentre a excepto e insisten en que la violencia política no tiene circunscripción en Estados Unidos. Los dos han asegurado que el Servicio Secreto tendrá “todos los medios, capacidades y medidas protectoras necesarias” para cumplir su comisión de protección. Harris además matiza que “todos debemos poner de nuestra parte para asegurar que este incidente no lleva a más violencia”.
El FBI investiga qué pudo advenir
El FBI alcahuetería de establecer el motivo del vistoso intento de crimen. Otra núcleo es cómo fue posible que el sospechoso llegase tan cerca del expresidente, cuya seguridad ha quedado reforzada tras el primer atentado en un mítin en Pensilvania en julio.
Trump se encontraba jugando al golf, en un día de refrigerio alejado de la campaña electoral. Mientras inspeccionaba el hoyo al que iba a acercarse el expresidente, uno de los agentes de su escolta del Servicio Secreto vio sobresalir el cañón del rifle entre los arbustos que rodean el campo. Los agentes dispararon al menos cuatro veces, según ha informado el FBI, mientras el sospechoso se daba a la fuga en un transporte. El atacante había instalado una mira telescópica y una cámara goPro para grabarlo todo. Hasta el momento no se ha preclaro si el supuesto atacante llegó a desobstruir fuego en algún momento.
Trump ha hexaedro las gracias
Si tras el atentado de julio en Pensilvania la acto del Servicio Secreto fue puesta en veto e incluso su responsable, Kimberly Cheatle, se vio obligada a presentar su dimisión; en este caso se ha alabado la ligereza de su acto. Trump les ha hexaedro las gracias a través de sus redes sociales. “Estoy orgulloso de ser gringo”, afirmó el expresidente. Joe Biden además dijo que “ha metódico a mi equipo que continúe asegurándose de que el Servicio Secreto tenga todos los fortuna, capacidades y medidas de protección necesarias para asegurar la seguridad continua del expresidente”. Sin confiscación, el hecho de que un hombre armado pudiera aproximar un rifle semiautomático con mira telescópica tan cerca de Trump subrayó cuántos problemas urgentes expuestos en el atentado de julio seguían sin resolverse, y lo difícil que es para el Servicio Secreto objetar a un entorno político impredecible y cada vez más violento. Los problemas más importantes en la protección de Trump parecen implicar el perímetro de protección de un sitio predilecto como objetivo, incluso uno que conocen tan acertadamente como las propiedades de Trump. “En el nivel en el que se encuentra ahora, él no es el presidente en funciones; si lo fuera, habríamos rodeado todo este campo de golf”, dijo el sheriff Bradshaw. “Pero como no está, la seguridad se limita a las zonas que el Servicio Secreto considera posibles”.
