El Arenteiro consiguió en la cuarta viaje de mezcla la primera conquista luego de derrotar al Bilbao Athletic por 1-0, tanto impresionado por el punta Enol Rodríguez mediada la segunda parte. Un triunfo que les da tranquilidad para afrontar las próximas jornadas pese a que por el momento siguen metidos en descenso.
Un partido que a lo holgado de los 96 minutos tuvo muchos condicionantes, como fue la expulsión del defensa Joao Díaz a la media hora o la esguince de Nacho Ramón cuando solo llevaba cuatro minutos en el campo. Pero la mejor nueva fue quedarse con los tres puntos cuando peor pintaba, y mucha fallo la tuvo el autor del único gol, el asturiano Enol Rodríguez, en lo que significó su primer tanto con la camiseta verde.
El punta verde tardará mucho tiempo en olvidar el partido frente a el filial vasco. “Por supuesto que es el día más oportuno desde que estoy en O Carballiño. Fue un gol importante, en nuestro campo, delante de nuestra simpatía y en un partido que se nos había puesto muy cuesta hacia lo alto. Primero por la expulsión, luego la esguince de Nacho Ramón que asimismo nos afectó, pero al final nos sobrepusimos a todo y con mucho trabajo y constancia conseguimos sacarlo delante. Fue un partido increíble y estoy muy contento”.
Su entrada en el campo, pegado a la de Curro Rivelott, fueron claves para ganar la conquista porque le dieron otro medio al equipo. Enol recuerda lo que le dijo el míster Raúl Jardiel antiguamente de pisar el verde: “Cuando íbamos a entrar, el preparador ya nos dijo que en un equipo todos somos importantes. Que saliéramos a tope porque en los últimos minutos casi siempre se deciden todos los encuentros y que podíamos vencer y que asimismo aprovecháramos al mayor los minutos que nos daba”. Así lo hicieron al tiempo que cuenta cómo fue su primer gol con la camiseta del conjunto verde. “La pasada no estaba ensayada, pero sí que es verdad que sabía que Jordan Sánchez eses balones los suele poner ahí. Hice el desmarque alrededor de el primer palo porque me pareció que había hueco, rematé proporcionadamente y por suerte, entró”.
Un tahúr que llegó al principio de la pretemporada a prueba, y que tras un mes de entrenamientos y partidos amistosos sin hacer mucho ruido convenció, tanto al director deportivo Álex Vázquez como al cuerpo técnico, y decidieron hacerle ficha. El tahúr se muestra agradecido porque reconoce que “la verdad es que la temporada pasada acabé dañado con el filial del Oviedo y con muchas dudas de como iba a estar para emprender esta. El Arenteiro me dio la posibilidad de venir a entrenar con ellos y sabía que tenía que darlo todo para intentar quedarme. Al final lo conseguí y ahora lo único que puedo hacer es seguir trabajando muy duro para ayudar al equipo en todo lo que pueda”.
En cada partido aprovecha al mayor sus oportunidades y va poco a poco llamando a la puerta de la titularidad: “Bueno eso son palabras mayores. Yo lo único que tengo claro es que tengo que explotar cada oportunidad que me den. Esta es una categoría muy quisquilla y muy importante para los jugadores por eso en cada ocasión que tenga debo de darlo todo. Y asimismo tengo claro que el trabajo siempre te termina recompensando”. Es por ello que no quiere mirar más futuro que el de corto plazo. “No me gusta aventurar nadie. Sé que lo que está en mis manos es trabajar día a día y a partir de ahí ya iremos viendo como se da, pero por ahora, tanto a nivel particular como con el especie, pienso que tiene buena pinta y que podemos hacer cosas interesantes”.