Cabra espera albergar el valioso ‘Nilo de Igabrum’ antes de que acabe el año


El Consistorio de Chiva prórroga que la estancia arqueológica ‘Nilo de Igabrum’ (o ‘Nilo de Chiva’), que data del siglo II, se deposite en el Museo Arqueológico de la asiento de la Subbética antaño de que acabe el año. El Pleno del Consistorio del municipio pidió mediante un acuerdo al Ocupación de Civilización en 2015 la cesión de la estancia, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Córdoba. El Consistorio ya ha recibido el trapo del anuencia de la cesión, que en principio es temporal y de unos seis meses de duración, si adecuadamente la intención de ambas partes es que se convierta en permanente.

El corregidor egabrense, Fernando Priego (PP), declaró ayer a torrevieja news today que prórroga que la estancia llegue a Chiva «antaño de que acabe el año». De hecho, el arqueólogo municipal, Antonio Bronceado Rosa, se encuentra ya trabajando en los detalles del traslado del vestigio desde Córdoba haber a la asiento del sur de la provincia. «Estamos cerrando todo lo relacionado con la empresa que va a traer la estancia a Chiva, los seguros necesarios, así como las condiciones de exposición de la misma», resaló Priego.

Bronceado se muestra convencido de que «después del Mitra de Chiva, esta pequeña escultura tiene el anciano número de referencias bibliográficas de entre las piezas descubiertas en el término de Chiva: adicionalmente de su vinculación con los cultos isíacos, las dudas que plantea su identificación como la representación del río egipciaco, en primer ocasión, y la controvertida leída de la inscripción que aparece en su peana, han provocado que hayan sido muchos los investigadores que se han ocupado de esta escultura».

Combate de modo casual

La estancia fue encontrada de modo casual en algún ocasión del boreal del término municipal de Chiva, en el entorno del riachuelo de la Chicona, y tuvo entrada en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba en el año 1935. Es una pequeña escultura de mármol, cuya cojín mide 45 centímetros de distancia y que tiene 20 de anchura máxima; fragmentada en dos partes, ha perdido la parte superior de la figura, así, le error la comienzo, parte del tronco y casi todo el padrino derecho. Su cima conservada es de sólo 16 centímetros.

A pesar de esta mutilación, se identifica un cuerpo recostado sobre su flanco izquierdo, apoyado en su codo. La mano izquierda sostiene una cornucopia, que aparece truncada, y, a su vez, se apoya en un ánfora por la que mana agua. Unido a este recipiente está la representación, igualmente incompleta, pero identificable, de un cocodrilo.

Para el arqueólogo municipal «este estado fragmentario ha cedido ocasión a diversas interpretaciones sobre la imagen personificada en la escultura: en primer ocasión fue identificada como un personaje mujeril, una dríada acuática, realizándose una reconstrucción con yeso que completaba esta figura por parte del entonces director del museo Samuel de los Santos Jener».

Rasgos mujeriles

Antonio Bronceado añade que «atendiendo a estos rasgos mujeriles, el profesor García y Bellido la consideró una representación de la diosa Isis, cuyo culto tiene otras referencias inequívocas en Igabrum, como es la inscripción de Flaminia Pale, sacerdotisa isíaca: pero será el profesor Blanco quien la identifique, de forma definitiva según la mayoría de los expertos, como la figura del río Nilo».

«Por otra parte, la existencia de numerosos paralelos iconográficos de las personificaciones del río Nilo en época romana viene a confirmar esta identificación: precisamente por sus rasgos estilísticos esta escultura ha sido fechada entre finales del siglo I y comienzos del siglo II d.C», añade el experto.

Otro ambiente característia de esta estancia es la inscripción que aparece en la parte delantero de su pedestal, y cuya traducción sería: «Tito Flavio Víctor lo regala al corporación ‘illychiniariorum‘ del Prado Nuevo».

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