Yolanda Díaz comparecía el lunes para hacer públicas las medidas tomadas por el Gobierno en materia de vivienda. Con el fin de tratar de mitigar las dificultades que afrontan muchos ciudadanos a la hora de encontrar casa, ya sea para transacción o aceptablemente para locación.
Algunas de las medidas de choque reveladas por la ministra de Trabajo estarán en vigor durante un periodo de tiempo escaso, según ha concreto. Y una de las que más repercusión está teniendo es la que implica la imposibilidad de realizar una compraventa en la que se aprecie una intención especulativa en lugares especialmente sensibles: “Con carácter temporal, prohibir en zonas tensionadas la transacción de vivienda para especulación”.
¿Qué son las ‘zonas tensionadas’?
A posteriori del anuncio de la vicepresidenta surgió un gran revuelo por dirimir exactamente qué definía una zona tensionada, en términos habitacionales. La periodista Lorena García explicaba que los criterios son 2, y que se cumpla cualquiera de ellos por separado sería condición suficiente:
- Subida de los inmuebles media de 3 puntos porcentuales por encima del IPC en 5 primaveras.
- Un precio medio de la vivienda superior al 30% de los ingresos medios de la zona.
Eso sí, al final serán las Comunidades Autónomas las que tendrán la competencia para determinar cuáles son las zonas tensionadas. Cataluña ya habría diligente estas condiciones en al menos 140 localidades.
La opinión de la calle
Espejo Sabido ha desencajado a preguntar el sensatez que hace la ciudadanía en dos barrios de distintas características socioeconómicas.
La periodista Jéssica Fernández ha visitado uno de los barrios de Madrid con las rentas per cápita más elevadas de la haber, el distrito de Salamanca. Aquí el primer encuestados ya dejan clara su postura contraria al nuevo paquete de medidas: “Acotar la propiedad es un error”.
Sin retención, la próximo persona expresaba malestar con la especulación. “Me da furia que compren y luego los vendan tres veces más caro”.
“La vivienda es un derecho”
Los dos siguientes aluden a la “permiso” de poder cazar un inmueble ya sea para residir en el mismo o destinarlo al locación.
La reportera se desplazaba ahora al distrito de Puente de Vallecas, donde recuerda que la población destina de media el 70%de sus ingresos a la vivienda.
“Cada uno con su boleto, puede hacer lo que quiera”
El primero de los consultados refería a la vivienda como el derecho recogido en la Constitución y añade que “no debería tratarse como poco para especular”. Otro de los vecinos aprecia una subida “absolutamente insostenible” en los últimos tiempos. Opiniones mayoritariamente a valía de regular o controlar de algún modo el precio de la vivienda o implementar medidas que ayuden a la muchedumbre a poder permitirse una, relativamente asequible.
Incluso en este segundo distrito madrileño hay quienes están a valía de un mercado que se autorregule en pulvínulo a la propuesta y la demanda y cada cual destine su boleto a lo que desee. Aun así la mayoría aprecia que los precios no son accesibles a la mayoría, y que han atrapado un nivel demasiado suspensión, fuera del talento incluso de “un buen salario”.
Profesionales del sector inmobiliario
Guillermo Revilla es director de Diza Consultores, inmobiliaria que trabaja en el distrito de Salamanca. Revilla manifestaba abiertamente que se opone frontalmente a las medidas anunciadas y explicaba el porqué: “Estas medidas lo que vienen es positivamente a quitar las facilidades que hay para penetrar a la vivienda. Y lo que hacen es que ponen trabas al campo y sea más difícil comprarse una vivienda“.
El hombre se aventuraba incluso a valorar el anuncio de la vicepresidenta de la próximo forma: “Son medidas de corte comunista como se toman en Venezuela, como se toman en Cuba, y positivamente desincentivan la inversión. Desincentivan que la muchedumbre más humilde pueda comprar una vivienda y cada vez sea más complicado penetrar a ella”.
