Un equipo internacional liderado por personal investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha revelado que los halógenos liberados desde el hielo ártico causan una importante reducción de ozono, no solo en el interior del casquete polar, sino asimismo en las latitudes medias del hemisferio boreal.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, aporta datos hasta ahora desconocidos sobre un aberración natural que, pese a ser esencial a la hora de estudiar el ozono atmosférico, no ha sido aún contemplado en los modelos globales utilizados para hacer proyecciones sobre la cambio del clima.
¿Qué son los halógenos?
Son un conjunto de fundamentos químicos muy reactivos, entre los cuales se encuentran el cloro, el bromo y el yodo. Por su ingreso reactividad, pueden provocar que ciertas sustancias, como el ozono, un contaminante de la calidad del canción en capas bajas de la entorno, se descomponga más rápido de lo habitual. El trabajo destaca que la destrucción de ozono en las latitudes medias como resultado de la interacción con los halógenos polares, particularmente en primavera, presenta un impacto sobre la calidad del canción urbano, ya que muchas personas viven en esas latitudes.
Canadá, afectada
El ozono sobre Canadá y la zona escandinava se ve fuertemente afectado, impactando incluso sobre regiones densamente pobladas de Estados Unidos y Europa. “Las masas de canción frío provenientes del Ártico descienden a las latitudes medias enriquecidas en halógenos y bajas en ozono. Luego, durante los episodios de intrusión de frentes polares, las masas de canción provenientes del Ártico no solo reducen la temperatura sino asimismo la concentración de ozono en las latitudes medias”, nos destaca Alfonso Saiz-López, investigador del Instituto de Química Física Blas Cabrera (IQF-CSIC) y coordinador del estudio.
En el Ártico, durante la primavera, las bajas temperaturas y la luz solar intensa crean condiciones especiales para que los halógenos, que son emitidos de forma natural desde el océano y se depositan sobre la superficie de la cocaína y el hielo, reaccionen y se reciclen mediante procesos fotoquímicos. Este aberración deriva en un pulso de irradiación de halógenos que se exporta desde los polos a las latitudes medias y que puede montar a acortar entre un 10% y un 40% los niveles de ozono superficial, dependiendo de la espaciosidad.
El impacto de la “mano humana”
El trabajo destaca que, en el presente, las sustancias emitidas desde los polos se mezclan con los contaminantes emitidos por las actividades humanas, dando sitio a una serie de reacciones que alteran la eficiencia química y la intensidad de las emisiones. “Observamos que las emisiones e impacto de los halógenos han cambiado con el tiempo. A este aberración lo hemos denominado Amplificación Antropogénica de las Emisiones Naturales de halógenos”, añade Saiz-López.
En conclusión, el estudio subraya la importancia de comprender cómo los halógenos emitidos lógicamente desde el hielo polar interactúan con el ozono y cómo estas interacciones han cambiado a lo grande del tiempo, especialmente bajo la influencia de la actividad humana. “Estos hallazgos no solo revelan nuevos procesos químicos que ocurren en la entorno, sino que asimismo destacan la exigencia de seguir investigando cómo el cambio climático y la contaminación podrían amplificar o alterar estos procesos naturales en el futuro”, concluye el investigador.
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