Jóvenes inmigrantes convocan otro asalto masivo a la valla de Ceuta


No importa la dureza de la represión, ni las detenciones, ni el desconsuelo de las madres que lloran en las playas esperando que el oleaje escupa el cuerpo de su hijo, que lleva semanas sin gritar y saben que, lo más racional, es que no haya llegado a Ceuta. Cero importa. Los medios marroquíes, como ‘Le Desk’, explican que son jóvenes NEET, lo que en España conocemos como ‘nini’. No tienen formación para un empleo, ni trabajo ni educación. Sin futuro en su país, se lanzan a España una y otra vez. Marruecos los frenó este pasado domingo blindando la frontera con antidisturbios y militares a pulvínulo de chorros de agua y gomazos de las porras a los cientos de jóvenes, entre 300 y 400 según cifras oficiales, que querían asaltar la frontera de Ceuta. Pero ya tiene otra época. Los harraga se reorganizan para el 30 de septiembre, en menos de dos semanas.

Este domingo, lo intentaron por varios puntos, tratando de entrar por mar y a través de la verja, pero no lo consiguieron. La perplejidad del lunes otras escaramuzas frente a Benzú además evidenciaron la tenacidad de los jóvenes que buscan cruzar a España. Ni la dura represión, los moretones y las detenciones los frena. Creen en Europa como el futuro más cierto y a ella se lanzan a vida o asesinato. Muchos de ellos son menores, que no consiguieron entrar en una Ceuta que ya tiene tutelados a 523 niños desamparados. En Castillejos, desde las oleadas de agosto, hay cargas, custodia policial y dispersión de los grupos.

Estos días la Gendarmería Existente se empleó a fondo. Los auxiliares del Ejército marroquí además se desplegaron para cortar los accesos a las playas y localizar los movimientos. Autobuses cargados de jóvenes salieron en dirección a el sur, a cientos de kilómetros para evitar su cercanía a la frontera. Mano dura que no para al movimiento Harraga (inmigrante clandestino), que ardor a un nuevo «ataque» a la frontera a finales de este mes. Cancelada la última convocatoria, ya circulaba otra nueva por TikTok, Facebook y los grupos de WhatsApp para entrar en España.

Y no importa que Marruecos haya comunicado la detención de más de 4.455 personas en los intentos de cruce a Ceuta entre el 11 y el 15 de septiembre. La amplia mayoría siguiendo la llamamiento en redes sociales. Los datos ofrecidos por el Gobierno marroquí indican que las medidas de seguridad dieron superficie a la detención de 3.795 adultos, adicionalmente de 141 menores. Entre ellos 519 personas de otras nacionalidades. Esta vez había en los grupos subsaharianos. Desde agosto hay argelinos que vuelan a Marruecos y tratan de cruzar a Ceuta. En llegadas además se está vigilando.

Redadas

Son hasta seis los intentos de saltos masivos los que se han producido en esta última oleada. La mayoría el domingo, cuando durante todo el día centenares de jóvenes desafiaron a las autoridades para tratar de vulnerar las defensas de la frontera. Hasta hubo que cerrarlas en varias ocasiones. Nadie lo logró. Solo se ganaron algún que otro moretón por la dureza con la que se empleó Marruecos.

En este mismo contexto, se ha confirmado la detención de 60 personas en los días previos al brinco masivo. Denuedo por todo el país como instigadores del movimiento harraga. Personas acusadas de incitar al cruce y el asalto a Ceuta, que han sido remitidas a la Honradez. Se les acusa de provocar los disturbios con «noticiero falsas».

El portavoz del Gobierno de Ceuta, Alejandro Ramírez, aseguró ayer que sospecha que estos movimientos «no son espontáneos, sino que podrían estar organizados» y que tienen como objetivo de originar «tensión e intranquilidad». «Creemos que hay cierta mala intención detrás de estos intentos, probablemente coordinados a través de redes sociales», explicó.

En este sentido, Ramírez aseguró que los servicios de inteligencia de España y Marruecos están investigando el origen de estos llamamientos y esperan poder identificar y detener a los responsables. Por su parte, el presidente ceutí, Juan Jesús Vivas (PP), ya pidió a Interior más efectivos para custodiar la frontera, por si logran pasar a los marroquíes. No quiere otra crisis como la de 2021. «Esta frontera sur de España y de Europa en África vive en un estado permanente de inquietud y requiere atención prioritaria y exclusivo», remarcó Vivas.

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