Sergio Pazos y Ledicia Sola encabezaron una gala en la que hubo tiempo para exigencias, pero también emociones. A la música se sumaron las actuaciones de Mercedes Peón.
El primer galardón fue el Premio AISGE a una de las actrices más reconocidas de Galicia: Luisa Merelas. Al borde de las lágrimas, bromeó diciendo que en su carrera “es mi responsabilidad ser una más de todos los actores gallegos”.
La cineasta Olga Osorio fue la siguiente homenajeada, con el premio Chano Piñeiro. Osorio se tomó la “picadita” para decir que “para aquella lucense que se divertía, soñar con ser cineasta era como convertirse en astronauta”.
El tercer galardón, el Premio OUFF Ourense, recayó en otra actriz muy conocida en Galicia: Mariana Carballal. Los aplausos fueron fuertes, quizá porque es orensana. Presumió sus raíces y la “semilla” de valores que su familia depositó en ella. Y dejó su mensaje entre lágrimas: “Adoro a mis alumnos porque es el futuro”.
En la recta final de la gala se hizo entrega de un premio homenaje a Manuel Baltar, ya que fue durante su etapa como presidente de la Diputación cuando se rescató la OUFF. Bromeó diciendo que “no mando nada porque me pusieron mal nombre o apellido” y los animó a seguir haciendo el festival.
El Premio Especial OUFF lo recogió el director Manuel Gutiérrez Aragón, quien se declaró testigo de que “el cine gallego ha dado un gran salto y Ourense es su capital”.
El último ganador en subir al escenario de su Calpurnia de Honor Internacional fue Arturo Ripstein, considerado el mejor director mexicano contemporáneo. Riptstein se metió al público en su bolsillo y él -literalmente- se quitó el sombrero y leyó algunas notas sobre su película “Deep Crimson”. La película se proyecta en el festival, lo que anima a los orenses a acudir un año más a las salas.