Ocurrió a las 21.15 horas de este lunes. Una pareja de turistas argentinos (77 primaveras él, 73 ella) que se hospedaban en un hotel de la zona de Serrano, en plena Milla de Oro, caminaban por la calle de Hermosilla cuando, a la categoría del número 13, les asaltaron unos individuos en moto.
Los dos ocupantes del transporte iban con cascos que impedían discernir cualquier característica facial, encima de aceptar guantes y ropa negra de en lo alto a debajo. En un principio, fueron a por la mujer, para quitarle el bolsa. Según el relato de las víctimas, eran tres delincuentes en total.
Al descender el conductor, vio que el hombre llevaba un Rolex en la muñeca y le ordenó que se lo entregara, encañonando a la esposa para intimidarle. Pero el argentino se revolvió y golpeó al pistolero con un pullover. Entre esa reacción y que cada vez había más testigos de lo que estaba ocurriendo en la vía pública, el atracador salió corriendo, subió a la moto y huyó con sus compinches, precisan a torrevieja news today fuentes policiales.
Los afectados, en el momento de redactar esta novedad, no habían denunciado ni pensaban hacerlo; son turistas y pronto ya no estarán en España. Siquiera estos ‘motochorros’ lograron vestir el Rolex, valorado en 8.000 euros (saldo, si se compara con otros de 50.000 y 100.000 euros que han sido sustraídos por este método en el centro de Madrid). El alianza regresó al hotel, al que acudieron agentes de la comisaría del distrito de Salamanca para interesarse de lo sucedido; es probable que el Clase Cronos, dependiente directamente de la Autoridad Superior de Policía de Madrid, tome las riendas de la investigación.
Lo común es que los integrantes de una de estas bandas se encargue de los rastreos y vigilancias, y marque a las víctimas avisando a sus compinches, que son los dos que van en moto; es un ‘modus operandi’ importado de Venezuela y Colomia, donde te pueden pegar un tiro en la capital solo para vestir tu teléfono móvil
Si tienen que seguir a determinado por la calle, no sorprende que se vistan de ‘riders’. «Utilizan ropas, mochilas, bicicletas… lo que sea, pero con materiales de empresa de reparto de comida», advierten fuentes policiales. Y lo mismo con los que ejecutan las acciones.
El objetivo siempre es el cronómetro, da igual la existencia, el sexo o la compañía de los portadores; unas piezas (los Rolex y los Patek Philippe son los más cotizados) que pueden alcanzar en el mercado triste un valía de hasta 100.000 euros.
El reunión operante Cronos lleva un año trabajando, con 17 agentes expertos en investigaciones de delincuencia violenta y especializada. Las bandas del Rolex no son una, sino varias. Los ‘modus operandi’ son incluso diversos (el mataleón –asfixia, en este caso por parte de magrebíes–, el hurto amoroso –abrazos y besos, cometidos por rumanas–, el ronaldinho –marear con falsos regates en el elegancia a la víctima, que suele ir borracha–); y los puntos de recital son los distritos más pudientes, como Salamanca, Chamartín, Centro, Moncloa y Retiro. En la operación Luco, una de las primeras desarrolladas, el 60% de las víctimas eran turistas extranjeros.
Hay desde magrebíes a venezolanos y colombianos, pero especialmente se están haciendo notar las mafias napolitanas, con gran movilidad geográfica; de hecho, en el extrarradio de Salamanca el verano ha sido más tranquilo en este sentido, porque estos atracadores se marchan a zonas de turismo veraniego de riqueza, como Marbella e Ibiza, para hacer de las suyas.