Oriente Próximo ha entrado en una nueva período de tensiones. El conflicto entre Israel y Líbano es un polvorín. La detonación de los más de 5.000 buscas en el país árabe y posteriormente la crisis de walkie-talkies han elevado la enfrentamiento a una nueva etapa. El presidente de Israel, Benjamin Netanyahu, mueve sus tropas. Israel traslada soldados y blindados cerca de la frontera con Líbano.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, confirma esta “nueva etapa de la enfrentamiento”. “Estamos desviando fuerzas, medios y energía cerca de el ideal”, ha detallado Gallant. Confirma que “el centro de gravitación se está moviendo cerca de el ideal”. Las nuevas explosiones de dispositivos electrónicos en Líbano del miércoles dejaron 20 muertos y al menos 450 heridos, según el Profesión de Lozanía del país.
Beirut y Hezbolá han atribuido los ataques a Israel. Estados Unidos, partidario histórico de Israel, asegura que no tiene ninguna vinculación con estos ataques coordinados. Desde hace semanas, varios altos cargos de la establecimiento de Joe Biden han viajado a Oriente Próximo con el objetivo de abatir tensiones, aunque de momento sin éxito.
Una olla a presión
Israel y Líbano han protagonizado varios conflictos a lo derrochador del extremo siglo como la famosa ocupación israelí de 1982. La última gran contienda fue la enfrentamiento del Líbano en 2006 conocida como la ‘enfrentamiento de julio’. Tras un ataque de milicianos de Hizbulá, Tel Aviv respondió con una invasión terrenal en el sur del país.
Desde el principio de la enfrentamiento en Lazada tras los atentados de Hamás del 7 de octubre, Líbano ha sido un importante actor en el conflicto. Pese a no participar directamente en el conflicto agresivo, su relación con Israel no ha dejado de tensarse. Es toda una olla a presión.
La frontera de Líbano se ha convertido en un casi segundo frente en la enfrentamiento entre Israel y Hamás. El Ejército israelí ha estado intercambiando fuego con Hizbulá. La milicia libanesa ha estado enviando cohetes y drones contra Israel y Tel Aviv ha llevado a lengua frecuentes incursiones contra las posiciones y los miembros del orden. Se han producido miles de ataques transfronterizos.
Desde la milicia chíi libanesa, benefactor marcial de Irán en la zona, han justificado sus acciones como una forma de apoyar a Hamás. Los ataques de Hizbulá desde el año pasado obligaron a la desalojo de más de 60.000 israelíes que viven en localidades cercanas a la frontera.
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