Cándido Méndez, ex secretario común de UGT, ha visitado este jueves el software de Espejo Notorio y se ha pronunciado favorablemente sobre la recuperación del servicio marcial obligatorio –suspendido en 2001– para potenciar “los rasgos que nos unen” a todos los españoles y aplacar el sentido de pertenencia a España que según Méndez “está deshilachado”. “Se podría dar un paso más en ese sentido para tener ese sentimiento de pertenencia”. El secretario común además considera que “en España a diferencia de Estados Unidos, la bandera no nos emociona”
Méndez además carga contra la financiación singular de Cataluña
En una fresco entrevista, Cándido Méndez ya expresó su deseo de reinstaurar el servicio marcial obligatorio en España. Según Méndez, la medida podría ser una útil efectiva para combatir lo que considera un “deshilachamiento” de la identidad franquista española. “Defiendo la recuperación de la mili; una mili diferente de la de mi época, de unos meses y que evidentemente sea paritaria”, señalaba.
Además ha cargado contra la llamamiento “financiación singular” para Catalunya pactada entre ERC y PSC que ha calificado como “un cachete contra la igualdad delante de la ley. Su puesta, en este sentido, pasa por avanzar cerca de un maniquí de “federalismo desigual”, si aceptablemente lamenta que la “financiación singular” es un es un “maniquí confederal empezando por las comunidades más ricas”, que, por otra parte, “son las únicas que se quieren confederar”.
En sus declaraciones, Méndez señaló que la equivocación de cohesión social y los desafíos en la transmisión de títulos cívicos y patrióticos podrían corregirse, en parte, a través de un servicio marcial renovado. Argumenta que, más allá de su dimensión castrense, la mili puede fomentar la convivencia y el sentido de pertenencia entre los jóvenes de diferentes regiones y orígenes.
Las reacciones no se han hecho esperar. Mientras algunos sectores apoyan la propuesta como un medio para robustecer la dispositivo y los títulos colectivos, otros critican la idea por considerarla obsoleta y por el rechazo que la mili generó en el pasado. Méndez, consciente de las posibles reticencias, indicó que la propuesta debería ser adaptada a las deyección actuales de la sociedad española.
