Ingreso, flaca, muchacha… Hasta ahora, estas eran las características que debía tener una mujer para ser considerada guapa. No lo digo yo. Lo decían las bases del concurso que premia a las mujeres más bellas del mundo, Miss Universo Internacional. Pero este 2024 parece que los requisitos para ser guapa han cambiado. Este año, por primera vez en la historia de este certamen de belleza, no hay periferia de permanencia para participar. El preparatorio reglamento del concurso recogía que solo podían participar mujeres de entre 18 y 28 abriles. Pero, tras un nuevo cambio, ahora pueden presentarse mujeres de cualquier permanencia. Y incluso embarazadas, casadas, con hijos y divorciadas, mujeres que hasta 2023 siquiera podían.
Gracias a este cambio, Alejandra Marisa Rodríguez, con casi 65 abriles, se hizo con la lado de Miss Universo Buenos Aires e intentó aventajar Miss Universo Argentina, donde compitió con mujeres de 18 a 40 abriles, sin éxito. Aún así, la billete de Alejandra ha traumatizado un hito muy importante. El inicio de lo que podría ser la aniquilación de los moldes en los que las mujeres hemos tratado de encajar durante tanto tiempo.
Vanesa Andrés lleva trabajando desde los 16 abriles en moda y publicidad. Ahora, con 47, trabaja como maniquí ‘senior’. Solo ha parado para cuidar de sus cuatro hijos. “Era muy difícil compaginarlo cuando eran pequeños”, explica. Para ella, el cambio de norma de Miss Universo es un gran paso. “Actualmente, el maniquí que tenemos de sociedad ha hecho que hayan cambiado los cánones… Los 50 son los nuevos 30“, comenta entre risas.
Ella sostiene firmemente que “la industria de la moda se ha modernizado y se ha adaptado a la diversificación“. “Con mi permanencia tengo más oportunidades que antiguamente. Antiguamente ibas a un casting, enseñabas tu DNI y si eras longevo te decían hasta luego. Ahora, si cuadras con lo que buscan, te cogen independientemente de tu permanencia. No te limita”, explica.
“Encima de la pasarela vemos unos perfiles que hace 20 o 30 abriles nunca hubiéramos imaginado”
Aunque lo cierto es que sí existen algunas diferencias por la permanencia. “Entre los 18 y 26 básicamente promocionas ropa, accesorios y bikinis. Los trabajos son de pasarela. Y cuando te vas haciendo longevo te prefieren para la publicidad”, comenta. Aunque las hay que se niegan a descender de las pasarelas y desfilan “con su pelo blanco maravilloso, guapísimas…”.
“Antiguamente había un canon muy traumatizado. Todas queríamos ser Claudia Schiffer o Naomi Campbell, pero a día de hoy hay un montón de cánones diferentes, que no son ni mejores ni peores. Son todos diferentes y válidos”, asegura Vanesa. “Con la permanencia y la experiencia, acepto mejor las negativas y no me siento mal por no hacer un trabajo. Todo se ha libre mucho más, hay muchas más posibilidades y veo que son todo ventajas para mí”.
La maniquí asegura que los cánones de belleza que tiene la sociedad han evolucionando y lo seguirán haciendo. “Encima de la pasarela vemos unos perfiles que hace 20 o 30 abriles nunca hubiéramos imaginado. Vemos hombres y mujeres de todo tipo, y incluso personas con otros tipos de mercancías… Hay una diversificación y un cambio muy positivo”. Positivo para toda la sociedad porque “el espejo en el que nos miramos ya no es solo uno, ahora son muchos”, zanja.
Abrazar la diversificación
Interiormente de esos nuevos perfiles que ahora se ven en las pasarelas están las personas con alguna discapacidad. Claudia Eyzaguirre es directora de la escuela y agencia ‘Claudia Modelos Madrid’ desde hace 13 abriles. Lleva 35 abriles formando modelos profesionales y abrazando la diversificación. Trabaja con niños y niñas, jóvenes, personas mayores e incluso con personas con alguna diversificación motora o psíquica. “Fuimos pioneros en Madrid en formar modelos profesionales con alguna discapacidad“, ha explicado.
“Llevamos muchos abriles soportando unos prototipos que se escapan de la existencia”
“Llevamos muchos abriles soportando unos prototipos que se escapan de la existencia”, denuncia. Por eso, en su agencia no discriminan a nadie ni por mercancías, ni por valor, ni peso, ni permanencia, ni capacidades. “Queremos que sea todo más actual, sin los estereotipos marcados de belleza que antiguamente se exigían”, explica.
Tal y como ella asegura, los cánones de belleza están cambiando. “Ya no hay tantos requisitos de talla, de peso, de tallaje… Y eso es bueno. Si yo veo un vestido en una pasarela quiero que lo lleve una maniquí que tenga mi talla, mi complexión, una con la que me sienta identificada… Con lo que desde luego no me voy a distinguir identificada es con una mujer que mide 1,80 descalza y que tiene una talla 34″.
“Se deben cambiar los cánones de belleza para que la mujer no se sienta frustrada”
En este sentido, es tajante: “Se deben cambiar los cánones de belleza para que la mujer no se sienta frustrada”. Aunque es entusiasta: “Creo que se está abriendo un camino importante para la saludo del físico de los mujeres reales“. Y esas mujeres reales incluso son las que tienen alguna diversificación eficaz o intelectual. “Una chica con Síndrome de Down o un muchacha en arnés de ruedas incluso quieren sentirse identificados con los modelos de las pasarelas o de los anuncios”.
Además los más pequeños
Poco a poco, va creciendo la tendencia de que todos los cuerpos y edades deben estar representados. Y eso siquiera excluye a los niños. “Nosotros trabajamos con niños desde los seis abriles”, explica Claudia. Y, aunque lo común es que a esos niños se les forme para el mundo de la publicidad, cada vez es más frecuente que estos se presenten a certámenes de belleza. “Ya era habitual en Latinoamérica y ahora veo que está entrando cada vez más musculoso en el mercado gachupin”, asegura la agente.
“Con con 50 abriles voy a estar guapísima y empoderada”
Es el caso de Bianca Gómez. Ella acaba de aventajar el concurso Miss Preteen España, un certamen de belleza en el que compiten niñas de 13 abriles. Es una especie de preparación para Miss Teen, el concurso en el que participan niñas de entre 14 y 18 abriles y que, a su vez, funciona como previa de Miss Universo.
Además en este concurso de preadolescentes se han ido reduciendo los requisitos de valor y tallaje para participar porque, para aventajar, “no solo tienes que ser guapa, incluso inteligente y encomendar en ti”, asegura Bianca. “Da igual como seas, lo importante es la aire”, insiste, e invita a todas las niñas a que se apunten si les apetece: “Todo el mundo puede participar. No decimos que no a nadie… ¡Animo a todas las niñas a que se apunten porque ser maniquí da mucha seguridad!”.
Sobre el tema de la belleza y la permanencia, con sus 13 abriles, Bianca lo tiene claro. “Con 50 abriles voy a estar guapísima y empoderada”, comenta contenta, asegurando que, si puede, seguirá modelando incluso cuando sea más longevo, si eso es lo que entonces le sigue haciendo acertado.
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