El círculo vicioso del trabajo infantil, una infancia robada por un puñado de céntimos


Con muy buen criterio, el autor Mirko Badiale advirtió de que en “cada nene se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños‘. Y es que los niños tienen que ser solo niños para luego poder ser adultos sanos, y ausencia ni nadie debería robarles su infancia. La Ordenamiento Internacional del Trabajo calcula que en el mundo hay 160 millones de niños sufriendo esta vicio. Se convierten, en muchas ocasiones, en el único sustento financiero que hay en sus casas y, por consiguiente, quienes sobrellevan labores de trabajo que no corresponden con su tiempo.

Y, ¿en qué trabaja un nene? Pues en cualquier sector en el que se necesite mano de obra, desde la agricultura, trabajo doméstico hasta el sector servicios, con jornadas que no siempre cumplen la carta y con medidas de seguridad que no siempre están garantizadas.

¿Trabajar o tomar?

Cada 12 de junio se reivindica el Día contra el Trabajo Pueril, pero esta lucha ha de mantenerse activa durante todo el año.

Nadie duda que el trabajo inmaduro es una vicio que hay que eliminar, pero mientras se ponen en marcha medidas efectivas es engorroso salir de ese “círculo vicioso” ya que muchos de esos pequeños se formulan la pregunta: ¿Trabajar o tomar?

torrevieja news today Telediario ha trasladado esta pregunta a Remisión Internacional. Ana Gómez, portavoz del radio de prensa explica: “Está claro que la pobreza tiene consecuencias directas sobre el trabajo inmaduro. Según la OIT es una combinación de varios factores, entre ellos la pobreza, las emergencias regionales, etc. Todo esto lleva a que muchos niños y niñas se vean en la obligación de trabajar para poder contribuir en la pertenencias deudo, siendo uno de los pocos sustentos de esa pertenencias y realizando trabajos que ponen en peligro su vidas, pero lo cierto es que es un círculo vicioso”.

Y añade: “Los niños y niñas que no tienen acercamiento a la educación tienen más peligro de poder caer en las redes del trabajo inmaduro y los que están en las redes de trabajo inmaduro tienen privado su acercamiento a su derecho a una educación. Con lo cual, esto se negociación de un círculo vicioso que los estados tienen que detener tienen que conseguir que todos los niños y niñas tengan derecho a una educación”.

Shein reconoce dos casos de trabajo inmaduro en sus proveedores

Recientemente el gigantesco de la moda china, Shein, publicó su documentación de sostenibilidad de 2023. En ese texto la empresa reconocía sobrevenir detectado dos casos de trabajo inmaduro en sus proveedores. Aunque hablamos de Shein en el sector textil, no es el único caso que se ha denunciado en los últimos tiempos.

En el texto se lee que estos proveedores habrían utilizado al menos a dos menores de 16 abriles. La respuesta por parte de Shein no se hizo esperar y la minorista aseguró que los dos casos se habían “resuelto rápidamente”. Según publica la agencia de noticiario Reuters la marca asiática habría puesto fin a esos contratos y incluso llevado a mango controles médicos. Adicionalmente, en octubre del pasado año endureció su política sobre proveedores.

En esta nueva política cualquier infracción solemne denominada ‘Violaciones de Terminación Inmediata’ supondría romper lazos de forma inmediata con el proveedor mientras que antaño estos tenían 30 días para resolver el problema.

No es la primera vez que la sombra del trabajo inmaduro planea sobre Shein. En 2021 la ONG suiza ‘Public Eye’ realizó un documentación sobre las condiciones laborales de diferentes empresas que nutren de productos a Shein. Esta ONG denunció que al menos 3 de los 7 entrevistados relató jornadas laborales que superaban las 75 horas a la semana. Hablaban de turnos de 8:00 a 12:00 que luego continuaban desde las 13:30 horas a las 17:45 horas y finalizaban con un postrer tramo de 19:00 a 22:00 o 22:30 horas. Adicionalmente solo se incluía un día de refrigerio al mes.

Shein respondió publicando un código de conducta para proveedores en los que se explica la indigencia de que “los socios proveedores deben proporcionar un entorno de trabajo seguro, higiénico y saludable” u “organicen las horas de trabajo de forma regular”.

De hecho la carta china establece estas exigencias:

  • Una semana gremial puede tener un mayor de 40 horas.
  • Las horas extraordinarias no pueden exceder las 36 horas mensuales.
  • Los trabajadores deben tener al menos un día a la semana de refrigerio.

Sin retención, este alcaldada gremial, por exceso de horas de trabajo y escasez de días de refrigerio, es aceptado por gran parte de los trabajadores, que en su mayoría son “trabajadores migrantes” y necesitan conseguir el mayor fortuna posible para poder enviárselo a sus familias o sustentarse con ello para estar, quizá no de la mejor guisa posible, pero sí para sobrevivir interiormente de la precariedad.

El trabajo inmaduro, según explica la Ordenamiento Internacional del Trabajo, se considera a toda aquella actividad o trabajo que prive a los niños y niñas de su infancia, potencial y dignidad. Aquel que incluso perjudique en su crecimiento físico y psicológico adecuado a las horas que exige realizar sus tareas y el que es hecho por niños demasiado pequeños.

Desde Remisión Internacional afirman que “todos —gobiernos, organizaciones, empresas y ciudadanía— debemos estar concienciados para contraer nuestra responsabilidad y disputar contra el trabajo inmaduro”. Para tratar de terminar con esta vicio, “los ciudadanos y ciudadanas deben denunciar las situaciones de transgresión de los derechos de los niños y las niñas”.

“Existen numerosos convenios a nivel internacional, como el 138 de la OIT, que establece que los Estados deben elevar progresivamente la tiempo mínima hasta que finalice el crecimiento físico y mental de los niños y las niñas. Y incluso establece que la tiempo mínima para trabajar no debe ser beocio a la que cesa la tiempo escolar”, añade.

Los países más pobres y desiguales es donde más ocurre

Gómez nos aclara que el trabajo inmaduro podemos encontrarlo en todos los lugares del mundo, pero “sobre todo en los países más pobres y desiguales. Casi la porción está en África, seguido por la región de Asia y de Pacífico”.

Un salario almohadilla de 0,30 céntimos al mes

En el documentación publicado por la ONG ‘Public Eye’, la estructura suiza establecía que los empleados de Shein ganan entre 6.000 y 10.000 yuanes al mes, lo que supondría unos 0,76 céntimos y 1,27 euros respectivamente. Asimismo, aseguraban, que el salario almohadilla, descontando las horas extra, es de 2.400 yuanes, unos 0,30 céntimos al mes.

Estos datos pertenecen a 2021, por lo que estos han podido variar en estos tres abriles.

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Mohamed Al Fayed, en una imagen del año 2004

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