Las bandas latinas se disputan a tiros y machetazos el control del sur de Madrid


Las bandas latinas continúan tirando de armas de fuego y de machetes en su intento de arrebatar el control a sus rivales de barrios de Madrid, especialmente, en la zona sur. En los últimos meses, son varios los episodios graves perpetrados en distritos como Usera, Villaverde, Puente de Vallecas y Arganzuela; el miércoles por la oscuridad, Carabanchel fue el extremo ambiente de las cacerías en las que participan Trinitarios, Dominican Don’t Play (DDP) y los más veteranos, los Ñetas.

A las 23.10 de anteanoche, la sala del 091 comenzó a aceptar llamadas de vecinos del entorno de la calle de Nuestra Señora de Valvanera. Alertaban de que se habían pabellón aproximadamente de seis disparos durante una trifulca entre jóvenes latinos, en la calle. Fuentes del caso explican a torrevieja news today que lo atacantes, muy probablemente Trinitarios, iban encapuchados y vestidos de sombrío. Se acercaron a sus víctimas, de los DDP, que estaban en una zona ajardinada donde hay asientos y mesas. Fueron sorprendidos a tiros, de modo indiscriminada. A uno le dieron en el tórax, a otro en la lumbar, un tercero que intentaba esconderse en una marquesina de autobús fue tocado en un ayuda y en la espalda…

La refriega llegó hasta Vía Carpetana, con cuatro varones heridos de bala y un botellín a machetazos en distintas partes del cuerpo. Todos son de procedencia española, aunque de origen latino, y el extremo es dominicano, de entre 20 y 23 abriles. Fueron trasladados por el Samur a distintos hospitales.

Los atacantes huyeron en un VTC, que fue localizado en Usera. Dos de los cuatro sospechosos, hondureños, están detenidos. Tienen 17 y 22 abriles y están acusados de homicidio intentado. Se investiga todavía al conductor, por si es cooperador necesario.

La Vía Carpetana era distrito de los Trinitarios hasta la pandemia, cuando los DDP aprovecharon esa coyuntura del confinamiento para coger fuerza en el ciudadela. Desde entonces, la lucha por el distrito no ha cesado. El 23 de agosto de 2023, un novato de 22 abriles fue acuchillado en el cuello, en el antebrazo izquierdo y en la espalda, muy cerca de la omóplato, así como tiroteado en un nalga. Sobrevivió de prodigio. Estaba con otros de su cuadrilla en una mesita de la plaza. Echaron a valer, pero él tropezó y fue cuando lo acribillaron. Meses luego, la Policía detuvo a tres agresores: dos mayores de vida y uno de 17 abriles.

El día previo a aquel suceso, un beocio de 16 abriles, trinitario, había recibido un machetazo en la pierna en una parada de autobús aledaña al centro comercial Islazul, donde esperaba cercano a su novia. Un pandillero de los DDP de 18 abriles fue arrestado a los pocos días. Eran compañeros de instituto.

Mutilaciones en Vallecas

El distrito de Puente de Vallecas es otro distrito en competición, en esta ocasión, entre Trinitarios y Ñetas. Júnior, un novato de 23 abriles de esta última cuadrilla y al que conocen como ‘Bayamón’quedó manco, con el ayuda izquierdo colgando, y una cuchillada en la espalda que le perforó un pulmón. Uno de los tres detenidos es beocio de vida. Ocurrió en agosto, todavía en otro parque y cercano a las canchas de la calle del Payaso Fofó, tras el estadio del Exhalación. Los agresores venían de la zona de la avenida de la Albufera, mientras que otra cuadrilla pionera, pero residual como los Ñetas, ajusta sus cuentas con los Trinitarios en Peña Gorbea. Son los Latin Kings, que sacan músculo en Entrevías.

A primeros de septiembre, la Policía Nacional detuvo a tres varones por acuchillar y amputar tres dedos a un hombre de 31 abriles, que todavía recibió varias puñaladas en la espalda. Uno de los arrestados tiene casi nada 14 abriles.

Por esos mismos días de agosto, un novato encapuchado y armado con una escopeta acabó desmembrado con un bolomachete; un nuevo capítulo de Trinitarios contra Dominican Don’t Play en Delicias (Arganzuela).

Menos de dos meses ayer, un beocio de 16 abriles irrumpía en una pizzería muy cercana, en el mismo paseo, y disparaba con una recortada a tres rivales que estaban cenando en una mesa. Alcanzó a uno de ellos y otro, al que tiró directamente, se libró porque tuvo la velocidad suficiente como para parapetarse tras una bandeja, que hizo de escudo. El delincuente los había trillado interiormente del restaurante y, tras comentárselo a sus superiores de la cuadrilla, le ordenaron que acabara con sus vidas.

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