El Gobierno amenaza a destinos con turismo extranjero como Benidorm al pedir datos de la «intimidad» de sus clientes


El nuevo registro obligatorio de datos de los turistas -de inminente implantación por el Gobierno a partir del 1 de octubre- amenaza en específico a destinos con muchos visitantes extranjeros como Benidorm, por las suspicacias que suscitará al revelar aspectos de su «intimidad». La voz de alerta por «el tremendo malestar generado en el sector» la ha animado el senador popular Agustín Almodóbar, quien ha formulado una hilera de preguntas al Gobierno en la Cámara Ingreso, acerca de este Actual Decreto.

Fundamentalmente, insta al Ejecutor de Pedro Sánchez a elaborar una «Orden Ministerial que mitigue el impacto» o a excluir a las agencias de viajes, en concreto. Tal como ha detallado a torrevieja news today, si en uno de estos establecimientos tienen que ocuparse, por ejemplo, de un reunión de una veintena de turistas, y deben cumplimentar todos los datos personales, números de tarjetas de crédito, etcétera, «para una sola reserva de clientes van a perder todo el día», cuando con frecuencia, sólo cuentan con un empleado.

Almodóbar interroga sobre si se está «alertando» a los diferentes sectores profesionales concernidos por esta norma o acerca de si «son conscientes los responsables del Empleo de que a pocos días de la entrada en vigor, la plataforma creada para el registro documental presenta numerosos fallos y se considera que no está preparada tal y como han alertado diferentes grupos turísticos».

Turoperadores europeos auguran una caída de ventas

De hecho, varios turoperadores europeos han manifestado su preocupación y han augurado «un peligro de caída de ventas y desvío de reservas alrededor de otros destinos con el consiguiente debilidad de España, con específico afectación al turismo de eventos».

Todavía desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) -y desde la Liga de Apartamentos y Viviendas Turísticas FEVITUR– han inscrito que «es incomprensible el empecinamiento de los responsables del Empleo del Interior, bajo la dirección del ministro Fernando Alto-Marlaska, en provocar un caos para los colaboradores del Empleo y en gestar una amenaza de grandes multas y sanciones a todos los que no actúen bajo unos nuevos parámetros«.

Encima, consideran estos parámetros como «incumplibles e ilegales«, y que provocarían la segura pérdida de información sensible sobre los viajeros y »un aumento de responsabilidad sobre datos no comprobables».

Para los hoteleros, «sería inútil lograr y certificar la autenticidad de algunos de estos datos, por lo que provocaría un caos organizativo en las recepciones en perjuicio de los usuarios y contraviniendo flagrantemente las normas de minimización de datos de las directivas europeas y su protección».

Encima de estas preguntas centradas en los profesionales del ramo, el senador benidormense pone el foco además en el punto de horizonte del turista particular, el aspecto probablemente más sensible para la opinión pública: ¿Es consciente el Gobierno presidido por Pedro Sánchez de que si sigue delante con su atrevimiento de que el Actual Decreto entre en vigor el 1 de octubre, estaría vulnerando el derecho a la intimidad de millones de ciudadanos españoles y extranjeros que hacen turismo por España?»

Y abunda en que el texto de esta nueva legislatura «manifiesta un profundo desconocimiento en la forma en la que se generan las reservas y las llegadas y movimientos de turistas, ya que exigen datos concretos que el cliente no proporciona por no estar obligado a ello en ninguna legislatura europea ni de ningún país miembro y que exceden con mucho las micción de preservar la seguridad ciudadana?»

«El turista extranjero es muy reticente a dar esos datos, adicionalmente de que somos el único país europeo que los pasa a la Policía», separado de que «se traslada así esa tarea a un trabajador en recibo», detalla Almodóbar a este diario, además sobre la responsabilidad de manejar esa información sensible del visitante. Entre otras cuestiones, deben facilitarse el correo electrónico, el móvil e incluso el parentesco de los acompañantes, si son menores de existencia.

«Es inviable y una atrocidad: si tú has hecho una reserva a través de Booking, por ejemplo, el hotel no tiene esos datos y se le vuelven a pedir al turista al aparecer, al final son duplicidades», describe.

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