El COB cayó apeado de la competición por un Breogán de ACB al que plantó cara (78-69)


El que no viese el partido o no tenga ni idea de baloncesto puede pensar que fue un día plomizo en el grupo o incluso sin historia en el registrador. Y fue todo lo contrario para un COB con limitaciones y errores puntuales que tienen más que ver con la experiencia en alguno de sus jugadores, pero con nivel de intensidad, criterio y competitividad para ilusionarse a una semana de iniciar la lazo. Llegará a la primera excursión con un volumen de estilo reconocible, caras nuevas convincentes y la sensación de tener todavía mucho beneficio de prosperidad.


Breogán:

Moore (18), Hilliard (2), A. Aranitovic (7), Sakho (9) y Nakic (15) -cinco inicial- Davis (7), Popovic (5), Vila (5), P. Aranitovic (-), Atic (5), Apic (5), Onu (-).

COB:

Brito (4), Rodríguez (10), Paz (-), Krikke (13) y Lisboa (18) -cinco inicial- Gill (10), Moody (6), Mendikote (2), López (2), Rosa (-), Fernández (4).

Árbitros:

Cortés, Sánchez y Ríos. Sin eliminados.

Incidencias:

partido disputado en el Pazo Universitario de Lugo con 3.200 espectadores en las gradas.


 Le dio para ser mejor que el Breogán en la primera centro y para apretarlo hasta el final en la segunda. Le faltó puntería en el tiro de tres tras el paso por los vestuarios para convencerse de que incluso podía dar la campanada. Ahí estuvo una de las claves. Para aspirar a obtener a un equipo de superior categoría un 2 de 16 en triples  (12% de descubrimiento) te condena por sí solo.

Fue el mancha más visible y no tuvo que ver con el grupo, porque la mayoría fueron perfectamente tirados o incluso liberados. Pero no entraron y el Breogán lo castigó incluso sin esparcirse perfectamente tres minutos seguidos ni sentirse nunca a a excepción de de la crítica.

Gran primera centro

Los dos primeros cuartos fueron de sobresaliente o cerca para los de Moncho López. Rafa Lisboa salió dominante en el grupo, fuerte en la toma de decisiones y acertado en el tiro. Aanen Moody y Samu Rodríguez completaban la contribución extranjero y el COB se sentía cómodo en la pista y se acostumbró a mandar en el registrador. Con un Ben Krikke sólido en ataque la superioridad llegó hasta los cinco puntos incompleto el segundo cuarto (27-32) y Veljko Mrsic tuvo que gustar a capítulo. 

En recta final de la primera centro Santi Paz y Martín Fernández cometieron pecados de mocedad y de jugadores que tienen que ir a más. Su equipo fue a menos y bajó el ritmo de anotación hasta irse por debajo en el registrador incluso teniendo mejores sensaciones que su rival (41-37). 

En el inicio de la segunda centro sí cambió el partido. El Breogán encontró los triples que no había conseguido y el COB se peleó con el aro desde el perímetro. En un deporte de precisión, esa fase del grupo minimizó todos los demás méritos cobistas y edulcoró un grupo poco potable de los locales. La renta se fue por encima de los 10 puntos y el partido abrió la duda sobre si ya había tomado una dirección definitiva. 

Y ahí el COB firmó un postrer cuarto para retornar a subir la nota. Romaro Gill irrumpió en el partido para sostener a su equipo y en los minutos finales Lisboa y Krikke confirmaron ser los mejores de la sombra para hostigar de nuevo el registrador y con todavía más de cuatro minutos por jugarse (74-67). Pero el paso delante no fue a más.

Insuficiente para obtener un partido que nadie podría exigir. Sobresaliente parada para despedir los partidos de fogueo ayer de iniciar los que ya son con balas de verdad.

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