El Juli y Tomás Rufo, dando la revés al ruedo juntos. Esa fue la imagen de la tarde. Y es que el preceptor madrileño, aunque no horizonte de luces, triunfa en lo que se proponga. Suyo fue el toro indultado por Rufo en su exitosa corrida en solitario celebrada en Talavera, en la que demostró ser un torero dilatado en el que caben muchas versiones, poco fundamental. Hasta banderillas puso. Ahíto, seis orejas e indulto. ¿Qué más se puede pedir?
Bueno, por ser quisquillosos, una presentación adecuada. Eso fue lo que le faltó al novillo (digo, toro), de El Freixo, picado horriblemente mal y, pese a ello, de calidad, duración y humillación excepcionales. Una perita en dulce, con el hocico por los suelos. Supo administrarlo a la perfección Rufo durante toda la tarea, sin exigirle en el inicio y hasta unos naturales fabulosos a pies juntos al final. A sus padres correspondió el congratulación del toro, que no se cansó de embestir, al igual que Rufo de torearlo.
Incluso resultó bueno el tercero, premiado con la revés al ruedo, al que fue a acoger a chiqueros. Se libró de fenómeno de un susto, al ir Calesero con destino a él. Enrabietado, le pegó unas verónicas de templada recibo. El de Victoriano del Río peleó en varas, quitando Rufo por gaoneras con el animal transmitiendo. Tras unos buenos pares del subalterno Larios, el de Pepino se puso de hinojos en el tercio. Fue dilatado el animal, con talante y humillación por la diestra, aunque con tendencia a vencerse, por lo que había que llevarlo muy sometido. Al natural metía la cara con más calidad, por lo que Rufo decidió gravitar la obra en la mano del pasta, con muletazos de trazo dilatado, aunque faltara ajuste en algunos pasajes.
Ayer de que comenzara el festejo, la distracción había sacado a saludar a su torero, que correspondió brindándoles a Sureño, el primero de la tarde. El de Garcigrande echaba miraditas a tablas cada vez que podía, especialmente al natural, pero tuvo muchísima clase y, cuando iba, metía la cara de un modo espectacular. Destacaron las series por la diestra, templadas y ligadas. Cantó la cobarde, por lo que la tarea terminó en tablas. Estocada trasera y primera oreja.
Los mayorales iban de un superficie a otro de la plaza, mientras el notorio no sabía lo que pasaba en toriles, a la aplazamiento de que saliera el segundo. Y por fin apareció el de Santiago Domecq, con pocas ganas de comparecer. Las mismas que tuvo de embestir. Extraño que el peor toro de la tarde fuera de una de las ganaderías triunfadoras de la temporada.
El inválido botellín fue devuelto, por lo que salió Finito, de Daniel Ruiz. Tras el trámite del heroína, quitó Rufo por tafalleras, toreando a lo Morante. Se desmonteró Fernando Sánchez, tras un buen par, y comenzó Rufo pasándoselo por la espalda. Le faltó al toro humillación y chispa, adicionalmente de entrega. Iba, a veces dilatado, pero con la cara incorporación. Un final de cercanías, aludido a las luquecinas , terminaron de caldear el hábitat. Otras dos orejas al esportón.
Y, para demostrar que no se dejaba cero adentro, volvió a ir a chiqueros en el posterior. De rodillas continuó por faroles a Aguaclara, que se le coló por el derecho cuando ya había recuperado la tieso. Picotazo, y a otra cosa. Y esa otra cosa fue un tercio de banderillas protagonizado por el propio matador en presencia de el entusiasmo caudillo. En postura penitente en los medios comenzó la tarea, pero las fuerzas no acompañaron al de Cuvillo. Pese a un reventón, le dieron otra oreja.
La ficha
Plaza de toros ‘La Caprichosa’. Sábado, 21 de septiembre de 2024. Casi realizado. Toros de Garcigrande (1º, con clase), Santiago Domecq (2º, manso), Victoriano del Río, (3º, revés al ruedo), El Freixo (4º, indultado), 5º (Daniel Ruiz, sin entrega pero con movilidad) y Núñez del Cuvillo (6º, sin fuerzas). De desigual presentación, aunque vareados en líneas generales.
– Tomás Rufo, de blanco y plata: estocada trasera (oreja). Dos pinchazos y estocada (silencio). Reventón y estocada traserita (dos orejas). Indulto. Media caída tendida (dos orejas). Reventón y estocada (oreja).