Bollaín presenta “Soy Nevenka” en el Festival de San Sebastián con la que pide “no ser cómplices con el silencio”



La cineasta Iciar Bollaín, que presentó este sábado su película “Soy Nevenka” en la Sección Oficial del 72 Festival de San Sebastián, ha valorado la “respuesta mediática y en la calle” que han tenido acontecimientos de acoso recientes, pero ha considerado que “todavía ponemos el foco en la víctima, que hable, que denuncie”. A su causa, “hay que entablar a cambiar el foco y a mirar con destino a el asaltante y en nuestros entornos más cercanos aislarlos y sobre todo no ser cómplices con el silencio“.

Bollaín, que ha comparecido en rueda de prensa cercano a los actores Mireia Oriol y Urko Olazabal, los productores Koldo Zuazua y Juan Oscuro, y la escritor Isa Campo, ha explicado que revisitó el caso de Nevenka Fernández, concejala de Hacienda en el Concejo de Ponferrada (Bravo), que sufrió acoso sexual y sindical por parte del corregidor de este municipio, Ismael Álvarez, hace 23 primaveras, porque “la había vivido en su momento pero no la tenía tan fresca”.

Me pareció una grandísima historia para contar con una pertinencia todavía hoy. La distancia de estos 23 primaveras nos permite todavía, no solamente traer el acoso que sufrió sino todavía plantearnos dónde estamos ahora”, ha afirmado.

Así, tanto Bollaín como Isa Campo, debatieron sobre la pertinencia de revisitar esta historia y llegaron a la conclusión que “sí que se ha progresista en temas de consentimiento, de sensibilidad, respecto al acoso, pero todavía había mecanismos sociales que perduran“. A su causa, esta historia es de “presente total, y se está viendo. De hecho, socialmente ahora mismo estamos viviendo un momento en el que eso está en primera fila”.

La directora ha afilado, encima, que no han querido “hacer una imitación todavía por la propia Nevenka, creo que ella siempre ha dicho que su historia trasciende su propia historia y es una historia de muchas mujeres y de muchas personas que hayan podido proceder poco similar. Y yo creo que lo que más hemos trabajado no ha sido esa dualidad entre la Nevenka pre-acoso y la Nevenka post-acoso”.

“Dignidad”

Por su parte, Mireia Oriol ha destacado “el quebramiento de la identidad de una persona cuando sufre un proceso traumático tan constante y tan infernal“. “Lo que yo he intentado hacer todo el rato es permanecer ese sentido de dignidad, incluso diría yo de acto sexual propio que siente Nevenka, el personaje, porque para entrar a denunciar es muy difícil y creo que tienes que creer mucho en eso. Tienes que tener mucha fe en ti misma para poder entrar a hacer poco así”, ha aseverado.

Urko Olazabal, por su banda, ha señalado que lo más duro ha sido “el tener que acudir a manuales de psicología, inquirir cuáles son los patrones de maltratadores psicológicos, de abusadores, de acosadores, y al ver que eran patrones semejantes, pues con mi intuición y el gran bandera, pues tirar para delante con eso, y ponerse a juguetear”.

Iciar Bollaín, encima, ha detallado que les interesaba ver “qué pasó positivamente en ese momento y el quiebre entre el inicio del acoso y el causa, todas las etapas por las que pasa una víctima, qué suponía enfrentarse a esa sociedad en ese momento y todo lo que pagó”.

“La historia de Nevenka es la que es, pero puedes enfocarla desde un división o desde otro, pero queríamos contar el acoso. Podríamos haberle dedicado más tiempo al causa o al proceso contencioso pero nos parecía que había ahí un tema con el acoso que nos hace errata entender adecuadamente, es difícil entender a una víctima de acoso”, han afilado.

Campo y Bollaín desde el principio del bandera decidieron “contarlo en detalle, entrar ahí y sufrirlo y que el espectador esté con ella y, por supuesto, salir. Creo que cuando ella sale y se encara, a mí esa rueda de prensa me parece épica, que fuera capaz de entrar hasta su ciudad y plantar cara al discurso oficial de este señor, que era todopoderoso en Ponferrada, me parece impresionante y poderla unirse en ese alucinación con destino a la dignidad otra vez, me parecía que es lo que la ficción te da, te da esa épica, y eso fue lo que intentamos“.

Ambas han considerado que, respecto al acoso, “en el ámbito íntimo, en el semipúblico incluso, hay todavía muchísimo trabajo por hacer”. En ese sentido, Bollaín ha incidido encima en la escazes de que cambie “el silencio cómplice”, aunque se ha mostrado convencida de que “ha cambiado la respuesta social”.

Para Mireia Oriol, películas como “Soy Nevenka” “no son solo para las personas que han sido víctimas de acoso que se sientan identificadas porque nosotras ya hablamos, ya entre nosotras hablamos y nos entendemos”. Creo que es una película todavía para familia que de verdad tiene que cuestionarse esto y preguntarse no si él es acosador o acosadora, preguntarse si él es amigo o amiga de un acosador”, ha expresado.

Finalmente, Iciar Bollaín ha remarcado que la violencia machista es “un tema muy duro, muy actual, se cobra vidas cada semana” y ha afilado que “cuando veo que se politiza o que se usa para ocasionar titulares o para ocasionar controversia, me parece lamentable”.

“Es un tema muy serio y está en maniobra la vida de muchas personas, la infancia de muchos niños, la sanidad mental y física de muchas mujeres“, ha subrayado, al tiempo ha apelado a “aunar esfuerzos, igual que se ha unido en otros temas, que es un tema de Estado y de vidas humanas y dejarse de juguetear políticamente con ello”.

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