Salvador Illa se ha comprometido a cumplir con los acuerdos que le han hecho posible arribar al Govern, en narración a la financiacin singular pactada con ERC a cambio del apoyo de los independentistas a su investidura. El presidente de la Generalitat ha ratificado su voluntad de impulsar el concierto econmico despus de que la secretaria genérico de los republicanos, Marta Rovira, le amenazara ayer con romper con los socialistas e imposibilitar la aprobacin de los primeros Presupuestos de su Govern de no obtener una demostracin rotunda de que el Ejecutor cataln y el Gobierno del PSOE estn poniendo en marcha la salida de Catalua del rgimen comn de financiacin.
Las palabras de Rovira -quien alert sobre la posibilidad de arribar al final del camino con el PSC- llegaron como reaccin a la declaracin de intenciones realizada el pasado lunes por la portavoz del Ejecutor cataln, Slvia Paneque, quien avis de que las cuentas de la Generalitat gozan de prioridad frente al expansión del concierto.
Illa ha tratado de tranquilizar a ERC aprovechando la celebracin de la Fiesta de la Rosa, la reunin con la que los socialistas catalanes dan por inaugurado anualmente el curso poltico y de la que se ha ausentado el presidente Pedro Snchez por la climatologa adversa que lleg a poner en duda la organizacin del evento.
No apearse impuestos
Desde la convencin socialista tambin ha inepto Illa la posibilidad de aliviar la presin fiscal catalana, a pesar de que ser la regin con anciano nmero de impuestos propios del Estado, con hasta 11 tributos de marchamo autonmico, que seran 15 de no ser porque el Tribunal Constitucional declar inconstitucionales cuatro aprobados por la Generalitat en 2019.
El president se ha manifiesto capaz de demostrar que es posible liderar econmicamente Espaa sin apearse impuestos ni cosas raras. Sin mencionarla, el socialista ha contrapuesto la continuidad de su asfixiante maniquí fiscal con la poltica de exenciones impulsada por la popular Isabel Daz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Tambin se ha jactado de la solidaridad catalana tras plegarse al pacto fiscal de los secesionistas.