El Centro de Ciencias Religiosas San Martín, situado en el Seminario de Ourense, y vinculado a la Universidad Pontificia de Salamanca, ultima estos días su proceso de matrícula para los cursos que ofertan: el valor en Ciencias Religiosas, que hace una punto de vista al relato bíblico desde la perspectiva científica, el DECA, un máster habilitante para poder ser profesor de Religión en los colegios, y dos formaciones teológicas que se imparten a distancia. Los cálculos del centro es que este 2024 se superen las 40 inscripciones que marcan su récord el curso pasado, toda vez que en 2021 escasamente tenían ocho alumnos matriculados.
“Las clases ahora se preparan para niños que no saben de Religión”, explica Alejo Diz, el director del centro
Alejo Diz, director de la escuela, explicaba que “en los últimos abriles hemos triplicado el alumnado. Tuvimos estudiantes desde veintipocos abriles, hasta masa decano de sesenta. Predomina la masa jovencita, porque hay escasez de profesores de religión en Secundaria y Bachillerato, y es el perfil que necesitamos: Concurrencia novato con titulación universitaria”. Al máster que permite consentir a ese profesorado acuden sobre todo “mucho perfil de masa que viene desde Instrucción, Historia o Psicopedagogía”, añade Diz.
Las clases son semipresenciales, los martes y los jueves en horario de tarde. “Llevo de director desde 2021”, cuenta Diz, “en aquel año había ocho alumnos y hemos ido incrementando poco a poco hasta entrar a los 40”, añade. “Este año tenemos la matrícula abierta hasta el primer martes de octubre, que comienzan las clases. Contamos con no desmontar de esos 40 e incrementar un poquito las matrículas”.
Sobre la forma de enseñar la asignatura, Alejo Diz sí nota cambios respecto a abriles anteriores en la almohadilla con la que los estudiantes se incorporan a los estudios. “La enseñanza de religión cambia en tanto en cuanto cambian los métodos pedagógicos. Ahora tenemos un problema muy grueso en clase de religión, y es que todas aquellas cosas que nosotros sabíamos de niños, como personajes bíblicos, ahora los niños no saben nadie. Las clases ahora se preparan para niños que no saben de Religión”.