Las 103 almas robadas por el asfalto


El aumento del consumo de licor y drogas, de la velocidad y de las colisiones, una veterano siniestralidad entre motoristas y profesionales del transporte y un aún incomprensible rechazo de los medios de seguridad entre algunos usuarios marcaron un penoso inicio de año en las carreteras de Castilla y Valeroso. La víctimas superaron en el primer trimestre en un treinta por ciento las del mismo periodo del año pasado. DGT y Pelotón Civil se propusieron frenar una ascenso «inasumible» a choque de refuerzo de plantillas, más radares y controles. En pleno septiembre, tras un verano en el que el asfalto endurece su letalidad y en un atmósfera de «más desplazamientos» el recuento es demoledor. Más de cien almas arrebatadas, que suponen un 21 por ciento más que a estas staff del año en 2023 –ese entrenamiento cerró en doce meses con 119 decesos–.

Una salida de vía en la tarde del 2 de enero en el kilómetro 38 de la N-610, en Villafrades de Campos (Segovia), fue el primer siniestro mortal del año. El personal váter sólo pudo confirmar la homicidio de un hombre tras la alerta recibida por el 112. A su nombre se han ido sumando a lo liberal del año el de otras decenas de personas hasta los 103 fallecidos en contratiempo de tráfico.

Hasta 26 de ellas murieron en ese primer trimestres en el que la triste efectividad impuso un plan de choque para frenar el aumento de la siniestralidad, veterano en fines de semana y que cobraba fuerza en autovías y autopista, donde son menos frecuentes los accidentes mortales. Los datos estaban en sintonía con el conjunto del país y en los sucesivos meses de abril y mayo se moderaron, pero ya a las puertas del verano eran 58 las personas fallecidas en las carreteras, un 20 por ciento más que en el mismo periodo del año precedente. Entonces llegaron las operaciones especiales de tráfico, con la previsión de 9,4 millones de desplazamiento –fueron más– en Castilla y Valeroso a lo liberal del verano y éste se cobró una vida cada dos días sobre el asfalto de la Comunidad y dejó dos heridos graves cada 72 horas.

La siniestralidad del verano, aunque superior a la de 2023 –que registró las cifras más bajas desde 1960–, se mantiene en la media de la última división. Treinta vidas se apagaron en la carretera en un contexto en el que los desplazamientos de liberal trayecto superaron las previsiones con más de 11 millones de movimientos, 177.000 viajes al día. La salida de vía y las colisiones frontales fueron el tipo de contratiempo más popular, aumentando significativamente las segundas. El veterano número de fallecidos se concentró en la franja de entre 45 y 54 abriles.

Entre los aspectos que marcan cierta distancia con el año pasado figura un veterano ratio de víctimas por contratiempo. De hecho, en las últimas semanas uno de los aspectos más significativos es la sucesión de casos con múltiples víctimas, como el registrado el 16 de septiembre en la N-VI a la pico del municipio leonés de Carracedelo en el que perecieron tres trabajadores de 29, 49 y 43 abriles de una empresa de pinturas de La Coruña luego de que la furgoneta en la que viajaban colisionara frontalmente con un camión. Ayer de este siniestro se habían registrado además a principios de mes otro con dos jóvenes fallecidos en Morales del Morapio y unos días luego murieron dos motoristas que chocaron entre sí en Navalmoral (Ávila).

Estos últimos usuarios son, precisamente, el colectivo frágil –que incluye además peatones y ciclistas– con más fallecidos, con un total de 20 en lo que va de año. Los amantes de la dos ruedas concentran dos de cada diez muertes en la carretera un porcentaje muy superior al de hace dos décadas, cuando los motoristas copaban en torno al 14 por ciento. En 2023 fallecieron 21.

Zamora y Valeroso, las que más

Por provincias, la desarrollo de la siniestralidad ha sido dispar. Por un flanco, en cuatro de ellas han bajado. Así, Burgos acumula merienda (tres menos), Salamanca siete (-2) y Soria ocho (-3). En Segovia se mantienen en cinco y en Valladolid en siete. En el resto han aumentado los fallecidos en contratiempo. En Ávila se alcanzan las catorce víctima (cinco más), en Palencia siete (frente a las cero del año pasado) y Zamora con 19 (+9) y Valeroso con 25 (+6) son las más afectadas.

En este final fin de semana se han registrado al menos tres accidentes que han requerido auxilio. El primero se saldó en la tarde del viernes con un motorista evacuado en helicóptero desde la LE-164, en Puente de Domingo Flórez (Valeroso); el segundo, el sábado, con un hombre muerto y otro con lesiones tras la colisión de dos turismos en la VA-140 en Esguevillas de Esgueva; y el tercero, ayer, en Tornadizos de Ávila tras una caída de dos motoristas, uno de ellos molesto. Son los últimos de un año trágico con 103 almas robadas por la carretera a las que se suman, adicionalmente, 46 hospitalizados, según los últimos datos de la Dirección Caudillo de Tráfico (DGT).

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