Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y coetáneo candidato republicano para las elecciones presidenciales de noviembre, ha dejado claro que no volverá a presentarse en 2028 si no logra una vencimiento este año. En una entrevista emitida el pasado domingo en el software “Full Measure”, conducido por la periodista Sharyl Attkisson, Trump fue tajante cuando se le preguntó sobre la posibilidad de una nueva candidatura en el futuro: “No creo, eso sería todo. No lo veo, en completo. (…) Pero creo que vamos a tener éxito (este año)”, afirmó el expresidente.
Durante la conversación, Trump asimismo abrió la puerta a la posibilidad de incluir al magnate tecnológico Elon Musk o al excandidato independiente Robert F. Kennedy Jr. en su ministerio, en caso de resultar escogido presidente. Esta proclamación genera expectativas sobre una potencial reconfiguración de su círculo cercano en la Casa Blanca en la que sumaría figuras externas con influencia mediática y tecnológica.
Igualada técnico en las encuestas
Sin incautación, la carrera presidencial no parece estar garantizada para Trump. Las últimas encuestas publicadas por NBC News y CBS News revelan que la candidata demócrata, la coetáneo vicepresidenta Kamala Harris, consolida una ligera preeminencia en algunos estados de entre 4 y 5 puntos sobre Trump.
Aunque estas cifras se mantienen interiormente del beneficio de error, la tendencia apunta a un igualada técnico en la mayoría de los sondeos nacionales, particularmente en estados secreto como Carolina del Boreal, donde los escándalos del candidato republicano a representante, Mark Robinson, podrían perjudicar la campaña de Trump. La CNN reveló que hace casi dos décadas Robinson publicó estos comentarios en webs sexuales: “soy un carca indignado”, “yo asimismo tendría esclavos si pudiera” y “soy un pervertido”. El candidato republicano sigue negando su autoría y se niega a dimitir, aunque cuatro de sus principales asesores ya han renunciado.
La organización de Kamala Harris
Uno de los factores que está jugando a ayuda de Kamala Harris es su creciente apoyo entre los votantes hispanos. Su organización de dirigirse a este conjunto con mensajes genéricos sobre patrimonio y evitando tópicos tradicionales como inmigración o la frontera ha resultado ser efectivo. Al mismo tiempo, la vicepresidenta ha rematado una cobro récord de 27 millones de dólares en un evento de cobro de fondos en Nueva York, lo que subraya el impulso que está tomando su campaña de cara al postrer tramo ayer de las elecciones.
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