El Córdoba CF regala puntos como visitante y Huesca no es una excepción (4-1)


Si cometes errores defensivos, difícil. Si generas muchas ocasiones, pero no eres sólido, complicado. Si encima tiras por la borde 45 minutos con tres goles en contra, inalcanzable. Muchas sombras y pocas luces del Córdoba en Huesca. Un penalti cometido por Calderón y diversos errores defensivos provocaron una sangría en la primera centro que no pudo pasar en la segunda, pese a mejorar sutilmente el nivel. Una vez más, regresaron los fantasmas de Elche. Una vez más, la imagen del Córdoba fuera de casa deja mucho que desear.

Las novedades en el merienda de Iván Ania fueron las esperadas. Carlos Isaac recogió el refrendador de Albarrán en el colateral derecho y disfrutó de su primera titularidad. Théo Zidane repitió en la mediapunta con Adilson en la lado izquierda, como recambio de Jacobo. Pocos cambios. Los justos y obligados para intentar mostrar una imagen aseado acullá de El Arcángel.

La primera parte tuvo un ritmo elevado en los primeros minutos, con tanteo por parte de entreambos equipos. El Córdoba quería al balón, como es habitual en el planteamiento de Iván Ania. Poco a poco, la posesión se hizo blanquiverde, aunque la alegría casi nada duró pues un derribo de Calderón sobre Valentín en el ámbito fue pasado por el árbitro como penalti. Pena máxima transformada por Sielva (1-0, min. 13). Un regalo por parte del colateral sevillano, que ya cometió penalti en presencia de el Elche por otro despiste. Esta vez, no lo pudo detener Carlos Marín aunque adivinó la trayectoria.

Aún así, el Córdoba se mantuvo en la pelea. Al menos durante unos minutos que fueron un espejismo. Tuvo dos jugadas consecutivas. La primera por internamente que terminó con el disparo desviado de Isma Ruiz y la segunda por lado izquierda con Calderón y Adilson, pero despejó la trasera rival. En presencia de la imposibilidad de suscitar ocasiones con cierto peligro, el equipo buscó a Carracedo en una lado derecha desaprovechada. Es desequilibrante tal y como mostró la semana pasada en presencia de el Deportivo de La Coruña en El Arcángel.

El cuadro blanquiverde generaba ocasiones, tenía presencia en el ámbito rival, pero fallaba en los últimos metros. Le costaba en la toma de decisiones. Un debe en su índice de tareas pegado a la amor defensiva. El Huesca, en una mano a balón parado (su fuerte) hizo el segundo tanto del cruce (2-0, min. 29). Falló tanto Marvel como Adilson en el marcaje y remató a placer Joaquín por parte del Huesca. Un gol que dejó noqueado al Córdoba. Tanto que Sergi Enrich aprovechó la ulterior mano oscense para hacer el tercero (3-0, min. 30).

Irreconocible el Córdoba. Mal defendido el segundo gol a balón parado y sin capacidad para reaccionar en el tercero. Fantasmas desde Elche. Con solo media hora disputada, el partido estaba prácticamente resuelto. Y no por ser sometido por el rival, sino por regalos al rival. Una vez más, la imagen fuera de casa era totalmente opuesta a la que ofrece en El Arcángel. Las malas noticiario no cesaron con la sustitución de Isma Ruiz por una posible molestia muscular.

El fútbol tiene esos detalles inesperados que enamoran al simpatizante. El tercer gol del Huesca, acullá de apartar a los blanquiverdes, sacó su mejor lectura. El equipo de Iván Ania empezó a suscitar peligro en el ámbito del Huesca. Finalmente, Adilson recortó distancias tras un centro de Carracedo por la derecha (3-1, min. 44). En el descuento, el Córdoba estuvo muy cerca de hacer el segundo. Hasta Lapeña se sumó al ataque con un resistente disparo desde la exterior. Los más optimistas podrían soñar con una posible remontada. Al menos, el partido seguía hendido.

Tenebrosidad para olvidar

La segunda centro empezó con un doble cambio del Córdoba. Martínez y Obolskii entraron al ámbito de serie para sustituir a Marvel y Théo, que no habían tenido sus mejores minutos. El Córdoba mantuvo la intensidad de la primera centro y a los pocos minutos Carlos Isaac pudo hacer el segundo para los blanquiverdes. Incluso salió muy activo Obolskii que peleó por desmontar balones pegado a Antonio Casas. Incluso reclamó un posible penalti que no señaló el árbitro, ni el VAR.

No renunció al partido el Córdoba aunque el tiempo se agotaba poco a poco. Carracedo probó suerte con un centro que remató Adilson entrando como un cohete al corazón del ámbito. Y otra presentación más que terminó con un disparo de Obolskii, que se marchó desviado. No quedó ahí la cosa. Álex Sala avisó con un potente disparo desde la exterior que puso en apuros a Dani Jiménez. Tras eso, Genaro culminó una gran mano blanquiverde con gol. Pero el árbitro decretó fuera de serie. Fue el punto de inflexión de la primera centro, pues el equipo bajó el ritmo.

El tiempo se agotaba para el Córdoba y las fuerzas disminuían. Pese a plantar una buena segunda centro, la placa del primer tiempo y los tres goles del Huesca pesaron. Entraron todavía Jude Soonsup-Bell y Ander Yoldi para darle poco más de frescura al equipo en ataque. Una formación extraña con Carracedo como colateral. Las ocasiones seguían siendo blanquiverdes, pero sin contundencia. Calderón lo intentó con un centro inficionado que casi se cuela en la puerta. Finalmente, el gol de Jordi sentenció un partido que ya estaba prácticamente sentenciado (4-1, min. 88). Martínez redondeó la tinieblas con una expulsión innecesaria en el zaguero minuto. Día (otra vez) para olvidar.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *