El Auditoría de Instrucción número 1 de Ourense ha archivado la causa contra la exconcejal del Partido Popular Carmen Carballo y su raíz, quienes habían sido acusadas por una mozo mexicana de maltratarla y esclavizarla durante 11 abriles. Según el escrito de la Fiscalía, en el 2020, cuando estaba en México, la raíz de Carballo contactó con ella para ofrecerle trabajar en España como “dama de compañía” a cambio de un sueldo, por otra parte le pagó el billete de avión cuando esta accedió.
Al conservarse a Ourense, la denunciante, según la inculpación, empezó a realizar labores de facilidad y a cuidar de la raíz de Carballo y su marido. Asimismo, denunció que realizaba labores domésticas en casa de Carballo, pese a no percibir salario por ello ni estar dada de entrada en la Seguridad Social. La inculpación refería asimismo amenazas y agresiones cerca de la mozo si abandonaba el trabajo.
El enjuiciador considera que no hay indicios que prueben estos supuestos hechos e indica que es más posible la lectura de las denunciadas, que fueron defendidas por la propia Carmen Carballo, que de la denunciante. La sentencia se fundamento en la información de los testigos, que señalaron que cuando fueron a casa de la raíz de Carballo la presunta víctima estaba viendo la tele, que nunca les puso un café ni le abrió la puerta. Respecto a las posibles amenazas y el trato vejatorio, nadie de los declarantes las observó e incluso una de ellas, propietaria de un restaurante, manifestó que la raíz de Carballo y la denunciante iban asiduamente a tomar al regional y que cada una pedía lo que quería e incluso las veía paseando por la ciudad cogidas de la mano.
“Las denunciadas cubrieron sus gastos y le suministraron a lo espléndido de esos merienda abriles un techo para radicar”, señala el enjuiciador
Las denunciadas “cubrieron sus gastos y le suministraron a lo espléndido de esos merienda abriles un techo para radicar, por lo que incluso sería arreglado pensar que las ayudase, pero ello en ningún caso implicaría que estuvo siendo sometida a un trato denigrante y vejatorio y mucho menos la existencia de una relación gremial”, señala el magistrado.
Incomunicada
La inculpación señaló que Carballo le quitó a la denunciante su pasaporte y el resto de documentación que portaba, impidiendo que se pudiese comunicar con su tribu excepto en contadas ocasiones y siempre bajo el control de las acusadas. Sin incautación, el magistrado cree que “parece extraño que una persona sea capaz de radicar 11 abriles en la ciudad de Ourense sometida a las condiciones que la perjudicada refiere”.
En este sentido, asegura que “resulta muy extraño que no tuviese en 11 abriles la posibilidad de denunciar dicha situación y más extraño todavía que habiendo notorio hasta en dos ocasiones en un monstruo notorio en dichas declaraciones no haya manifestado la situación penosa en la que vivía y a la que se refiere”.
Encima, hace narración a la información de uno de los testigos, quien indicó que la presunta víctima fue dos veces a su consulta, sola, y solo habló con ella de cuestiones lumbares, ya que nunca le dijo nulo de que estuviera secuestrada ni coaccionada ni tuvo la sensación de que tuviera miedo.
De hecho, en una información de la denunciante delante la Policía Franquista, dijo que consideraba a Carballo como de su tribu en España, que la trataba muy admisiblemente y que no trabajaba para ella.
Al no haberse acreditado los hechos denunciados, el enjuiciador acuerda el sobreseimiento provisional y el archivo de la causa, aunque cerca de arbitrio delante la Audiencia Provincial de Ourense.