Suspendido el juicio contra el exdirector de banca acusado de quedarse con 1,7 millones de sus clientes


Félix Regato Martín se personó este martes en la Audiencia Provincial de Toledo para ser judicatura por haberse apropiado presuntamente de 1,7 millones de euros. Es el parné que supuestamente birló a decenas de clientes cuando era director de una oficina bancaria de la desaparecida Caja Castilla-La Mancha en el pequeño municipio toledano de Las Herencias, donde ejerció desde 1991 a 2013.

Sin secuestro, tuvo que irse por donde había venido porque el motivo fue suspendido la pasada semana. Para memorizar el motivo de este aplazamiento, todavía sin nueva plazo establecida, hay que remontarse a julio. A finales de este mes, el abogado y el procurador que Félix tenía renunciaron. Ocurrió unos días ayer de agosto, el mes no hábil en la Establecimiento de Neutralidad, y al acentuado se le envió un exhorto desde la Audiencia toledana para que nombrase un nuevo abogado y igualmente otro procurador.

Félix se comprometió a hacerlo, según fuentes consultadas por torrevieja news today, pero finalmente no cumplió su palabra. Por eso, la Audiencia de Toledo le nombró uno ilustrado de oficio y decidió la pasada semana prorrogar la olfato verbal, fijada para este martes, con el fin de que el nuevo abogado tenga tiempo para preparar un motivo con 40 damnificados. La atrevimiento se comunicó a su ilustrado y procurador, según las mismas fuentes, aunque parece que no hubo comunicación y el procesado se personó esta mañana en el palacio de Neutralidad.

Se le acusa de apropiarse de poco más de 1,7 millones de euros de 40 clientes de la misma oficina bancaria, la mayoría particulares, entre el año 2000 y febrero de 2013. Entre los perjudicados en este pueblo con 800 habitantes del partido procesal de Talavera de la Reina, hay una empresa de construcción, la Hermandad del Cristo de la Orilla Cruz y la Asociación Peña Madridista Las Herencias.

El Profesión Manifiesto pide seis primaveras de prisión por un delito continuado de apropiación indebida, otro de falsedad en documentos mercantiles y uno más de delito continuado de estafa. Según el escrito de inculpación, Félix igualmente se aprovechó de la confianza de los vecinos y «se apoderó del parné que los clientes mantenían en el parcialidad».

Para ello, les recogió la firma en documentos en blanco, lo que le servía posteriormente como soporte documental interno para la disposición de efectivo de las cuentas. Asimismo retiraba parné de fondos sin entregar ningún documento justificativo o se quedaba con los ingresos en efectivo que hacían los clientes.

Cuando le pedían información sobre los saldos, actualizaciones de las libretas o justificantes de operaciones, Félix les entregaba libretas cumplimentadas a máquina de escribir o impresos manipulados con sello y firma de la entidad bancaria. Adicionalmente, aprovechaba que era el director para utilizar las claves de compañeros cuando se ausentaban de su puesto de trabajo.

Liberbank, que absorbió Caja Castilla-La Mancha en octubre de 2018, devolvió un millón de euros a 27 afectados, según el escrito de inculpación, firmado el 8 de junio de 2021.

Félix ya fue judicatura y condenado en esta misma Audiencia provincial en 2019 por quedarse con 110.300 euros del bodorrio formado por Emilio y María del Prado cuando era director de la misma oficina financiera. La pena, confirmada por el Tribunal Supremo en 2021, fue de dos primaveras y tres meses de prisión, adicionalmente del suscripción de una multa de nueve meses a razón de diez euros diarios y la devolución del parné que sisó a la pareja.

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