El verano sigue con el tapeo y los arroces de Taberna en Castelldefels


Ya es otoño, pero las escapadas a la playa no tienen por qué cesar. Máxime, si al atractivo de los rayos del sol y al relajante sonido de las olas se le añade el incentivo de una experiencia gastronómica en la playa de Castelldefels. Al reunión Tibu-ron, que nació del chiringuito playero del mismo nombre y que cuenta con otro, Punca Roca, por otra parte de un Beach Club y los restaurantes Marae y Solraig, le faltaba un establecimiento en segunda bisectriz de mar para dedicarlo a las tapas, aunque no exclusivamente. Se comercio de Taberna, un amplio regional al estilo de una cervecería a medio camino del diseño ranchero e industrial, presidido por el icónico emblema de una capital de puerco salvaje.

En las camisetas del personal puede leerse uno de los lemas del regional: «Ponte berraco», que allá de la negativa acepción latinoamericana de bravuconería o mal saburía, o con «v» la relativa al desaseado que cubre sexualmente a las hembras; en el caso de Taberna apela a la valentía de las personas sobresalientes que se entregan al disfrute de la comida y bebida de sus propuestas, todas ideadas para compartir.

Otro de los lemas de Taberna que figura en trivio de neón en sus paredes es «Pim, pam, trucu trucu», expresión que simboliza la reinvención que el establecimiento practica en materia de paellas, que en Taberna no hay porque son arroces «a la llauna» y se presentan monumentales a la presencia y el paladar, en latas y acompañadas de todo tipo de alimentos. Se comercio de una dorso de tuerca contemporánea a otras formas de disfrutar el arroz al estilo mediterráneo, pero sin limitaciones y cuyo secreto está en el horneado como final paso para dar a la récipe un sabor y textura particular. Ojo que las cantidades en todos los platos son generosas.

El cronista probó el arroz «a la llauna» con espinazo de fondo madura con salsa holandesa de trufa y toque de romero. Se comercio de un arroz de montaña de sabor persuasivo, intenso. Un arroz que no pasa desapercibido. Como las tapas, igualmente de raciones abundantes. Excelentes las croquetas, tanto las de chuleta de ternera (parece que te comes una hamburguesa), como las de chipirones. Igualmente impresionantes las patatas bravas, cortadas a mano, y además la alcaucil confitada con huevo frito y pernil de paletilla ibérica.

Todo en Taberna es casero y preparado al momento, incluidos los postres, de modo que las esperas hay que entretenerlas en animada charla. En arroces «a la llauna» las propuestas son variadas. Lo mismo hay una ‘llauna’ de marisco (con zamburiñas, gambas, almejas y mejillón) que un arroz sorprendente con torta del Casar, secreto peninsular y setas, u otra ‘llauna’ de costilla, ceps y pulpo. Cada semana ofrecen una sugerencia distinta en función del mercado y la inspiración del chef, por lo que es recomendable preguntar.

Los platillos y cazuelas además son elaboraciones contundentes y rinden homenaje a la restauración doméstico, pero siempre reinterpretando recetas clásicas: la fabada tradicional, el canelón de pies de desaseado con bechamel trufada o las judías pochas con almejas son algunas de las propuestas. En el tapeo no yerro la ensaladilla, las tablas de pernil o de embutidos cortados al momento, mariscos, pescados como el rodaballo asado, o carnes de todo tipo entre las que destacan por ser muy solicitadas la sustancia asada, la pezuña de oso o el cachopo de pernil peninsular y pinrel Idiazábal. El ámbito de Taberna es diverso e integrado tanto por familias como por grupos de amigos, parejas y además comidas de negocios, todos repartidos en un amplio salón interior, terraza cubierta y otra descubierta.

Asimismo el establecimiento cuenta en su carta con unos bocadillos de autor que son, inmediato a las tapas, lo más solicitado por su clientela señorita. Adicionalmente de una carta de temporada (ahora empezará la de otoño, con platos de cuchara), cada semana hay una récipe nueva.En tardes y noches de partido de fútbol, la clientela se decanta por los bocadillos de autor. Taberna ofrece una amplia carta de vinos a copas y, cómo no, cervezas, que con 13 tipos diferentes en su carta son la otra gran protagonista de la casa, desde las tradicionales lager hasta las IPA más artesanas. Taberna es una opción ideal para disfrutar gastronómicamente de una espada otoñal a la playa de Castelldefels,

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