Los españoles se muestran más escépticos con el remisión de colonias humanas a la Escaparate que con la aparición a Marte, según un escarbado que revela que el 40% de la población cree «probable« que pisará la superficie del planeta rojo en el horizonte de 2050.
El porcentaje casi dobla al de quienes (un 26%) piensa que habrá migraciones al secuaz de la tierra para acontecer allí un tiempo o establecerse de forma permanente en los próximos treinta primaveras.
Esto es uno de los resultados que arroja el escarbado «Otra existencia: del Metaverso a la carrera espacial’ realizado por Metroscopia para el foro Periodismo 2030 y la Fundación AXA realizado a partir de un total de 3.000 encuestados, que este martes se ha presentado en el Palau Colomina. Esta sondeo forma parte del software ‘Decálogo para el Cambio’, y cuenta incluso con la colaboración de varias universidades, entre ellas el CEU Cardenal Herrera.
Al acto han asistido el rector de la Universidad CEU-Cardenal Herrera, Higinio Martin, y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y el presidente de Hispasat, el cosmonauta Pedro Duque, o el CEO de la empresa eldense PLD Space, Raúl Torres.
Del mismo modo, un 48% piensa que no se podrán explotar fortuna de otros planetas de aquí a 2050, frente a un 45 que lo ve probable; mientras que un 28% cree que positivo un contacto extraterrestre, el mismo que porcentaje que lo juzga agorero.
Al respecto, el Fernando Jáuregui, presidente de Periodismo 2030 e inspirador, yuxtapuesto con el director militar de la Fundación AXA, Josep Alfonso, de la sondeo, ha recalcado que la posibilidad de «conquistar nuevas parcelas del espacio, en esta nueva carrera espacial, falta tiene que ver con las ‘crónicas marcianas’ o con las novelas de Asimov: es un hecho ya comúnmente aceptado que en los próximos primaveras se establecerá una tiempo espacial en la Escaparate y que de allí saldrá un cohete tripulado a Marte«.»Es cuestión de un poco de tiempo, no más de dos décadas, y de presupuesto«, ha señalado.
En ese sentido, el presidente de Hispasat, el cosmonauta Pedro Duque, y el CEO de la empresa eldense PLD Space, Raúl Torres, han coincidido en la condición de cambiar en la industria aeroespacial porque genera «avances tecnológicos» y el espacio es «un habilitador para realizar ciertas actividades que antiguamente no se podían hacer».
«Expansión de la Humanidad»
Asimismo, el exministro de Ciencia ha desmitificado la conquista del espacio: «No está envuelta en una mística, sino que forma parte del ampliación de la Humanidad«.
Ha resaltado que el espacio es un entorno «habilitador» que permite a la sociedad realizar ciertas actividades que antiguamente no se podían hacer ya que los satélites permiten la predicción del tiempo, informar de «forma inmediata de lo que sucede en el otro costado de la tierra» o para el transporte conocer la sitio exacta.
Además será «un habilitador a futuros» ya que en un futuro «se podrían traer del espacio nuevos materiales de gran utilidad para la industria y cambiar los precios; si se logra separar el Helio-3 del polvo mancha crear energía de forma permuta y sin residuos radioactivos o cuando haya cohetes superbaratos que permitan salir y entrar del espacio poder correr un punto a otro de la Tierra en 30 minutos, lo que cambiará totalmente el turismo«.
Autoridades y particpiantes en el foro en el que se ha presentado el escarbado sobre la carrera espacial, este martes en Valencia
Del mismo modo, ha recalcado la importancia de la conquista del espacio tienen por «su capacidad tractora en el resto de industrias». Así, ha citado la influencia de los sistemas de control de calidad creado para el software Apolo en la dependencia alimenticio o, en el campo de la ingeniería, desarrollar sistemas completamente autónomos.
Al respecto, el CEO PLD Space ha recalcado que «la concurrencia debe conocer para qué sirve la industria espacial, que no se piense que se está tirando el parné« y en ese sentido ha destacado la importancia de los inversores comprendan »el peligro« que meollo el sector, pero que incluso la finalidad hay detrás es »más beneficiosa« para la sociedad.
Torres ha recordado que cuando pusieron en marcha PLD Space «no les auguraban más allá de un año de vida y ahora cuentan con 180 millones de financiación y 270 empleados y que prevén tener ligero el Miura 5 para principios del próximo año.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha resaltado la envite «por la investigación y el ampliación» que sitúan a nuestro condado «a la vanguardia en campos como la Biotecnología aplicada a la vitalidad, la energía o la industria aeroespacial», entre otros.
Así, ha puesto en valencia el próximo Plan Táctico Aeroespacial de la Comunitat «para mantenernos en el liderazgo de este sector» y ha recalcado asimismo que nuestra región «está en el buen camino para convertirse en líder energético de España».
Por zaguero, el director militar de la Fundación AXA, Josep Alfonso, ha señalado que el escarbado «nace con el pretexto de poder anticiparse a los cambios y afrontarlos de la mejor forma posible».
IA y robots
La sondeo incluso indaga sobre cuestiones como el metaverso, el empleo de los robots o las implicaciones sociales de la Inteligencia Sintético (IA). Así, el 68% de los encuestados cree probable que los robots acaben sustituyendo a las personas en la mayoría de los trabajos -frente a un 30% cree que no lo harán-, aunque un 43% no lo aceptaría, frente a un 46% que sí.
Jauregui ha señalado que este escarbado define a la IA como «un peligro« a pesar de que, ha recalcado, »no es un peligro, sino una esperanza ya que supone muchas posibilidades inéditas«. Sin retención, solo un 19% aceptaría que sus hijos fuesen educados por algún tipo de IA; casi la parte -un 37%- de la población no aceptaría que un autómata le realizase una operación quirúrgica y menos de la parte -46%- aceptaría que un autómata condujera su transporte.
Encima, un 57% cree que será habitual tener en los hogares un autómata que simule a un humano y un 84% acepta que un autómata realice las tareas de virtud de su hogar. Por contra, un 76% rechazaría surtir ‘una relación afectiva’ con robots.