La ascensión de violencia en Oriente Próximo continúa y Tel Aviv mantiene su ataque contra Hezbulá. En Líbano, ya han muerto más de 550 personas desde el lunes y se han registrado rodeando de 1.800 heridos, según el Gobierno del país. Mientras, cientos de miles de libaneses huyen al ártico por temor a los bombardeos israelíes.
Alejandra Salvat, jefa de la Delegación de Cruz Roja Española en Líbano, es una de las cooperantes que viven la tensión desde allí. “Teníamos la esperanza de que el conflicto no escalara hasta esta intensidad, pero estaba claro que en algún momento esto podía producirse. Desgraciadamente, era una mecha muy manejable de encender”, afirma para torrevieja news today Parte.
“No se plantean si van a sobrevenir daños colaterales civiles o no”
Las Fuerzas Armadas israelíes confirmaron el lunes sobrevenir atacado más de 1.300 objetivos de Hezbolá en Líbano. Pero, encima de esos objetivos, miles de civiles además están sufriendo esos ataques. “La mayoría de los bombardeos están teniendo como objetivos las zonas chiítas (comúnmente denominadas de Hezbulá). El problema es que no hay diferenciación, porque esas zonas son las más pobladas y los objetivos que se alcanzan no son todos militares. No se plantean si van a sobrevenir daños colaterales civiles o no”, explica la delegada de Cruz Roja.
“Lo más importante para nosotros es que en el conflicto se respete el derecho internacional humanitario y que se respete la protección de los civiles por ambas partes”, comenta. Aunque, por el momento, es poco que no se está cumpliendo.
“Nos preparamos para lo que pueda venir”
El aumento de la violencia genera temores de una expansión del conflicto en toda la región. “La ascensión de la tensión desde el martes de la semana pasada ha sido inmensa. Ya estamos en un escena de exterminio en Líbano. Hay una parte de la población que se está viendo directamente afectada por los ataques y no hay bienes disponibles en el país”, asevera.
Salvat Recuerda que es un país que lleva cinco primaveras sufriendo una crisis socioeconómica “muy importante” y que el gobierno “no está presente”, por lo que todo queda en manos de las organizaciones locales. “Ahora la situación es de emergencia sanitaria”, asegura. “Hay miles de personas desplazadas, intentando huir buscando protección, miles de muertos y miles de heridos en un sistema inodoro saturado“, explica.
El ministro de Sanidad libanés, Firas Abiad, ha instado a los hospitales a priorizar los casos de emergencia frente a la posibilidad de más ataques. Pero no es suficiente. “Nosotros estamos dando respuesta inmediata a las deyección de la población, pero además nos preparamos para lo que pueda venir, que es muy probable que llegue“, asegura.
“Si no estamos aceptablemente, no podemos hacer aceptablemente nuestro trabajo”
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, manifestó hace unas horas que los españoles en el Líbano son su “prioridad”. Aseguró que los tiene “perfectamente” localizados y que, en caso de que la tensión aumente, existe un plan de deposición. “Si las circunstancias lo precisan, no dudaremos en activarlo”, afirmó.
Alejandra Salvat concuerda con esta información. “Hay una comunicación fluida con la embajada de España, saben perfectamente quiénes estamos en el país. Nos mandan mails cada cierto tiempo”, explica. “Y hay un plan de deposición por si los indicadores dicen que tenemos que salir del país”, dice.
Lo cierto es que las personas cooperantes se encuentran en una tendencia complicada. “Disponemos de las herramientas para cuidarnos a nosotros mismos, pero llega un momento en el que, si no estás aceptablemente, no vas a poder hacer aceptablemente tu trabajo”, ha lamentado, aceptando que podría arribar un momento en el que deba orinar el país en caso de que el peligro siga aumentando.
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