«La mies es mucha, mas los obreros, pocos. Rogad al Señor que envíe obreros a su mies». El pasaje del Evangelio ya hacía relato al ingente trabajo espiritual y la escasez de vocaciones, y así se recuerda cuando llega el día del Seminario.
Aunque el mundanal ruido parezca seguir su inercia, la citación al clero surge y en las cofradías late con fuerza. Los últimos ejemplos se dan en las hermandades de la Quinta Angustia y la Sentencia.
En pleno verano, el 7 de julio, en la culto del décimo tercer aniversario fundacional de la Chale Angustia, Luis Salamanca Bazán, en aquel momento prioste de María Santísima de la Chale Angustia, participó en su extremo acto como miembro de articulación de gobierno por su inminente ingreso en el Seminario de San Pelagio de Córdoba en septiembre.
Luis Salamanca Bazán, en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, sede de la Chale Angustia
«Es una alegría inmensa la que sentimos en el seno de nuestra hermandad, de la cual ha brotado está gusto en Luis, al que le deseamos todo lo mejor en este camino», es la reacción desde su hermandad.
Se tráfico de la «primera gusto surgida en el seno de esta corporación, en tan sólo trece primaveras de vida. Él ha sido una persona muy relevante desde la época de la fundación, ha sido miembro de las juntas de gobierno, y es una gran alegría conocer que surgen las vocaciones en el mundo cofrade».
Titulado en Derecho, Luis Salamanca Bazán «reúne la masculinidad, y las cualidades para aceptar esta nueva etapa», como describe Rafael Jaén, el hermano longevo, a torrevieja news today.
Rubén Selecto Díaz, en presencia de el Señor de la Sentencia
Por otro flanco, Rubén Selecto Díaz, que ocupaba el cargo de secretario primero de la hermandad de la Sentencia y ha formado parte de las juntas de gobierno durante los últimos mandatos, además ingresará en el Seminario Maduro de San Pelagio de Córdoba.
«Desde hoy os pedimos oraciones por este nuevo hermano que comienza un dadivoso camino de formación en el Seminario. Le damos gracias a Jehová porque nuestra hermandad sigue siendo un semillero de vocaciones», ruega la cofradía a sus integrantes.
El sacerdote Javier González Martínez recibe un presente del hermano longevo de la Sentencia, Rafael Salamanca, este verano
La Sentencia ha gastado, además, en los últimos tiempos la ordenamiento como presbítero de su hermano Javier González Martínez, que ofició su primera culto en la parroquia de San Nicolás el pasado 5 de julio. Para esa ocasión, por primera vez en la historia de la hermandad, Nuestra Señora de la Alegría presidió el altar longevo de la parroquia.
Echando la olfato antes, son muy numerosos los sacerdotes que profesan una musculoso devoción por imágenes de la Semana Santa y son hermanos de sus corporaciones.
Es el caso de José Luis Quemado Maniquí, hermano de Jesús Penitente desde su infancia e elemento en su momento de juntas de gobierno y coetáneo consiliario, por otra parte de vicario parroquial de San Andrés.
Todavía Miguel Varona, hermano de la Buena Crimen, y Francisco Javier Cañete, coetáneo consiliario de las Angustias, hermano de esta cofradía desde la albor. Vistió la túnica de flagelado de la hermandad decana y fue costalero del Cristo de la Misericordia.
El diácono José Carlos Sillero en la cofradía de la Doncella de las Angustias ocupó puestos de articulación de gobierno. Tras una larga preparación vuelve a Córdoba, destinado al convento de San José (San Cayetano) y al colegio Doncella del Carmen. Así mismo, está muy vinculado con la archicofradía del Carmen de San Cayetano.