El futuro de los mayores de Ourense



Casi un tercio de la población censada en la provincia tiene más de 70 años. La tasa de centenarios sigue creciendo (hay ocho mayores de 100 años por cada 10.000 habitantes) y la esperanza de vida supera en 10 años la media mundial. A la vista de los datos, está claro que los orensanos viven mucho tiempo, pero los expertos en envejecimiento se preguntan si viven bien. Hoy, Día Internacional de las Personas MayoresLos profesionales ponen sobre la mesa los principales retos pendientes para dar respuesta a las necesidades sociosanitarias de las personas mayores.

Luchar contra la discriminación por edad

El término La discriminación por edad se refiere al conjunto de prejuicios, estereotipos y conductas discriminatorias basadas en la edad.. José María Faílde, presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), habla de las consecuencias de este comportamiento en la salud de las personas mayores: “Esta discriminación pasa factura, no sólo en la salud física, sino también en la salud mental. ” . Para combatirlo, Faílde señala la necesidad de incrementar la investigación, implementar medidas legislativas y mejorar la cohesión social e intergeneracional. “Tenemos que empoderar a los mayores, construir y aprender lecciones del pasadoque los ambientes sean amigables y permitan no sólo crecer y trabajar, sino también envejecer con calidad”, resume.

Reducir la soledad

Mas de 20.000 personas mayores viven solas en la provincia, lo que, muchas veces, repercute negativamente en tu salud. “Vemos mucha gente que sufre la sociedad no disexada, que necesita contactos interpersonales y apoyo social para permanecer el mayor tiempo posible fuera de su casa”, explica Celsa Perdiz, trabajadora social del Sergas. Mercedes Hernández, médica de familia e impulsora del programa Salubrízate, señala la importancia del medio ambiente en la lucha contra la soledad: “Si tienes un jardín cerca de tu casa, con bancos, te anima a salir de casa, sentarte, conocer vecinos. , hablar”. En esta línea, defiende ciudades seguras, donde las calles estén bien iluminadas, las aceras no sean resbaladizas y tengas tiempo suficiente para cruzar un paso de peatones sin apresurar el paso. “La ciudad tiene que estar diseñada para todos”, subraya.

El médico también reflexiona sobre la beneficios de las relaciones intergeneracionales. “Muchos jóvenes no tratan con personas mayores, aunque sea muy importante. Es muy necesario mantener relaciones con personas de otras edades”, comenta.

Envejecimiento saludable

El programa Salubrízate, así como otras iniciativas impulsadas por los centros de salud, buscan mejorar la calidad de vida de las personas mayores. “Tenemos o desafío que el envellecemento no negativo“Trabajamos en educación para la salud y en la prevención, si tenemos nuevos problemas, más importante que nunca. ”, señala.

En este sentido, señala varias de las propuestas realizadas desde Atención Primaria, como paseos en compañía de otros pacientes, talleres o charlas. “En agosto creemos un protocolo de detección de fragilidad en personas mayores de 70 años, para encontrar a quienes tienen mayores riesgos de caídas, ingresos o seguridad social. Lo estamos probando para ponerlo en marcha”, detalla Civeira.

Más políticas sociales

Aunque las políticas sociales vinculadas a las personas mayores han avanzado en los últimos años, Celsa Perdiz asegura que “el sistema es lento, burocrático y tiene un éxito ininteligible en la comunicación con los beneficiarios”. La trabajadora social explica que los recursos “llegan tarde, son claramente insuficientes y en ocasiones mal adaptados a las necesidades”. Por ejemplo, la Xunta no tiene en cuenta las preferencias de las personas dependientes al asignar un lugar en una residencia, lo que disloca a la persona y la aísla de su entorno conocido.

Por otro lado, los servicios de proximidad para permanecer en el propio domicilio “son tan insuficientes que conducen directamente al ingreso”. Perdiz pide más recursos para las personas mayores autónomas y para los cuidadores, ya sean formales o informales (muchas veces, la propia familia).

Coordinación sociosanitaria

Rafael Vázquez, miembro de los centros gerontológicos del SGXX, señala la falta de coordinación sociosanitaria. “Tenemos que mejorar la atención a la cronicidad, cómo abordarla, cómo coordinarnos para que el impacto sea más eficiente”, afirma. Vázquez ve en las nuevas tecnologías una herramienta útil que puede beneficiar a las personas mayores, así como a los profesionales: “Hay dispositivos automatizados que nos permiten tener más información sobre cómo está la gente, sobre su estado de salud”.

En las residencias de ancianos habla de dos retos principales: “El primero, adaptarse a los perfiles de cada persona“Ahora mismo hay muchos perfiles diferentes, lo que puede dificultar la convivencia y limitar la atención a las necesidades”. El segundo, hacer atractivo el sector sociosanitario para las generaciones más jóvenes: “Tenemos un problema muy importante, No hay personas que quieran trabajar en esta profesión.tan digno como trabajar en un hospital”.

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