“Queremos honradez”. De esta forma denuncia Caridad, religiosa de Nerea González, al Hospital Inexplorado del Camino de Sanlúcar de Barrameda en Cádiz por las negligencias médicas que han causado la homicidio de su hija, diagnosticada de meningitis bacteriana poco antiguamente de extinguirse. Exigen una petición de 201.000 euros contra el Servicio de Andaluz de Lozanía (SAS).
El 10 de marzo de 2023, Nerea González, una adolescente de 14 abriles, ingresaba de aprieto en el hospital a posteriori de encontrarse mal durante dos días. Según el mensaje médico presentaba “fiebre, dolor de vanguardia, vómitos, mareos, rigidez en la cerviz y habla ininteligible”.
El canal de investigación y sucesos de ‘Prensa Ibérica’ ha tenido entrada a los informes periciales de la adolescente. En estos, una médica y una enfermera hablaron con ella y en contra de su voluntad, le realizaron un test de drogas y una prueba de orina “ocasionándole un daño innecesario”. Por otra parte, avisaron a la Policía legislativo y forense por si hubiera la posibilidad de que fuera víctima de una ataque sexual. Pero, finalmente, esa hipótesis se descartó.
Según recoge el mensaje médico recogido en la demanda de los padres, mientras estaba ingresada en el Hospital Inexplorado del Camino de Sanlúcar de Barrameda Nerea sufrió dos paradas cardiorrespiratorias y convulsiones a causa “del paso de un cuadro de sepsis a un cuadro de shock séptico”.
A los dos días la trasladaron al Hospital Puerta del Mar, donde los médicos les comunicaron la peor novedad. Su hija presentaba un “arbitraje multiorgánico y homicidio encefálica“. Los sanitarios no pudieron hacer nadie para reanimarla, y murió poco a posteriori de diagnosticarla meningitis bacteriana.
Les animaron a denunciar
La tribu no denunció hasta dos meses a posteriori de la homicidio de Nerea porque se culpaban de la homicidio de su hija pensando que podían haberla llevado antiguamente al hospital. “No fue hasta que encontramos a familia que nos animó a sacarlo a la luz, convenciéndonos de que había poco que no se había hecho proporcionadamente” explica la religiosa.
Pero la demanda fue desestimada por silencio oficinista. No ha sido hasta un año y cuatro meses a posteriori del mensaje presentado por el SAS y el TSJ de Andalucía haya admitido la petición a trámite.
Errores en el diagnosis
El doctor Miguel Espíritu celeste Vizcaya Rojas firmó un mensaje pericial en el que expone que “Al no hacerse un diagnosis correcto, no se instaura el tratamiento oportuno adecuado al problema infeccioso que estaba sufriendo en esos momentos Nerea”. Por otra parte, añade que, al no acoger ningún tipo de tratamiento, la enfermedad que padecía evolucionó hasta provocarle la homicidio.
Según señala la demanda: “La supervivencia de esta enfermedad en la primera hora es de un 80 por ciento, según las estadísticas, y va disminuyendo conforme pasa el tiempo”. El abogado roborar que el procedimiento que le hubiera cáscara la vida a la adolescente hubiera sido un TAC y un vaciado de saldo cefalorraquídeo.
El abogado de la tribu, José Luis Ortiz manifiesta que se perdió un tiempo con el que podrían sobrevenir cáscara a la pupila y sin requisa activaron protocolos innecesarios.
“Un diagnosis precoz de la enfermedad le hubiese cáscara la vida”.
Un segundo mensaje dictamina que Nerea siquiera fue diagnosticada a tiempo y que lo más probable “un diagnosis precoz de la enfermedad le hubiese cáscara la vida”.
“Dejaron expirar a mi hija”
La religiosa de Nerea denuncia el protocolo que siguieron con su hija al no hacerle un diagnosis adecuada porque pensaba que estaba drogada: “Pensaban que Nerea estaba intoxicada por droga y la tuvieron esperando en una apero sin hacer nadie, solo la zarandeaban pidiéndole explicaciones. Le dieron hasta cachetadas”.
El dolor de nunca lo relacionaron con un forcejeo de una supuesta ataque sexual. Incluso cuando estaba en coma seguían pensando que era un caso de violencia sexual.
Añade que se siente abandonados y maltratados por los sanitarios, ya que cuando murió Nerea fueron a pedir el triaje, sin requisa, “nos dijeron que no lo tenían, que se eliminaban a los pocos días, cuando según la Ley del Paciente, los datos tienen que precaverse reducido cinco abriles”.
La tribu pide honradez queriendo que “los responsables de atender a Nerea en urgencias acaben en la calle. Tienen que abonar por lo que han hecho. A mi hija la dejaron expirar”.
El SAS asegura que la tribu era consciente
La Inspección de Servicios Sanitarios del SAS ha respondido a las acusaciones de la tribu presentando un mensaje en el curia en el que exponen que “desde el principio de la subvención, los facultativos de urgencias fueron conscientes de la seriedad de la situación”.
n el primer diagnosis establecido en el obra de registro de urgencias se deje de ‘posible meningitis'”
En relación con la prueba de drogas, esta se realizó por el cuadro de agitación y confusión que padecía ese día. Por otra parte de que contradicen lo expuesto en el mensaje médico, asegurando que “ya en el primer diagnosis establecido en el obra de registro de urgencias se deje de ‘posible meningitis'”.
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