El diputado de Sumar y dirigente de los comunes Gerardo Pisarello asistirá a la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, y ha justificado que se haya excluido al Rey Felipe VI de esta ceremonia tras tener actuado con «arrogancia» y «enorme fealdad diplomática».
El parlamentario ha confirmado que irá al evento y, en un vídeo en redes sociales, ha destacado que presentarán sus «respetos a ese pueblo digno» que es México. No será el único diputado que asista, legado que lo hará asimismo Jon Iñarritu (Bildu), según han confirmado fuentes de la formación.
Adicionalmente, fuentes de los comunes recalcan que la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau se encuentra ya en México y que lo previsible es que, anejo a Pisarello, asimismo acuda a la toma de posesión de la nueva mandataria mexicana.
Esta información llega a posteriori de que el Servicio de Exteriores rechazara asistir tras la no invitación al monarca interiormente de la delegación española, como suele ser tradicional. En esta orientación, el área de José Manuel Albares ha establecido que ningún miembro del Ejecutor acudirá a la toma de posesión.
Díaz no asistirá
Coincidente con esa directriz, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no se desplazará a México para venir al evento, pese a que había sido invitada y había expresado su deseo de ir. Este miércoles el portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, ha destacado que acataban el criterio de Exteriores y llamaba a reflexionar sobre si Felipe VI es una figura adecuada para representar a España en el extranjero.
Mientras tanto, varios diputados han cuestionado abiertamente la posición del área de Albares, como es el caso Enrique Santiago y Tesh Sidi. Por su parte, varios miembros del corro han calificado de error y fealdad que no asistan miembros del Gobierno a la toma de posesión de un nuevo Ejecutor progresista.
Pisarello, justifica la no invitación: «Es deductivo»
Respecto a esta polémica, Pisarello ha destacado que el presidente saliente de México, Andrés Manuel López Taller, pidió por carta a Felipe VI que reconociera los «agravios» cometidos durante la Conquista española y que la Casa Positivo, en vez de hacer con respeto, optó «por la arrogancia» y no dio respuesta a esta misiva.
Precisamente ese argumento ha esgrimido Sheinbaum para razonar su atrevimiento de invitar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y no al monarca.
«Podría tener pedido disculpas, como el Papa Francisco, como muchos monarcas europeos que asimismo pidieron disculpas (…), pero optó por la arrogancia y por el desdén. Y hoy está pagando un precio por esa enorme fealdad diplomática», ha enfatizado Pisarello.
A su proceso, con esta porte es «deductivo que un Rey que no respetó no sea respetado», «que un rey que desdeñó sea desairado». En esta orientación, ha resaltado que en el Congreso son «muchos» los que creen que México «es un pueblo no de súbditos, sino de mujeres y hombres libres».