La Junta de Castilla y León celebra que pueda rebajarse la protección del lobo y carga contra el Gobierno


Como «un gran día para la ganado y para Castilla y Arrojado, y un día más de tristeza y de estupor en presencia de un Gobierno de España que, desde luego, no entiende el medio rural, no defiende la ganado y está en contra de los intereses de Castilla y Arrojado». Así resumía este miércoles el guía de Medio Hábitat, Vivienda y Colocación del División, Juan Carlos Suárez-Quiñones, la mezcla de sensaciones al ver cómo hasta 21 países de la Unión Europea daban «un paso más» para que el lobo deje de ser especie «especialmente protegida» y pase a simplemente «protegida». Y es que a esa flexibilización del status del cánido se oponían dos territorios comunitarios, uno de ellos España, por otra parte de Irlanda, recriminaba Suárez-Quiñones al ver cómo el Ejecutor de Pedro Sánchez decía ‘no’ frente a la postura mayoritaria en el seno de la Unión.

El guía ha denunciado la postura del Gobierno socialista en lo que ha calificado como «una huida ideológica en torno a delante». «Es un desidia de la ganado y del medio rural de España y, desde luego, de Castilla y Arrojado», ha censurado Suárez-Qjuiñones, quien ha afeado que haya sido uno de los países que se ha pronunciado «en contra de la ganado y del medio rural». Aún así, ha apostillado, «no ha conseguido» evitar que la Unión Europea continúe «dando pasos en torno a la coexistencia del lobo y con la ganado».

Aunque aún queda un derrochador camino por recorrer, empezando por la ratificación prevista para este jueves por parte del Consejo de Ministros de la UE a lo juicioso en la reunión de embajadores de los países miembros (Coreper). A posteriori será el Comité Permanente del Convenio de Berna –integrado por 50 países– el que debe dar luz verde y, de ahí, a trasladarlo a la directiva europea Hábitat.

Pero, por el momento, desde Castilla y Arrojado «agradecimiento» a los 21 países que han respaldado aligerar la protección del canis lupus. Y es que desde la Articulación ven una ventana a la esperanza para que se hagan efectividad sus reclamaciones de que el lobo vuelva al status precedente a septiembre de 2021, cuando entró a formar parte del Relación de Especies Silvestres en Régimen de Protección Exclusivo (Lespre) y dejó de ser igualmente cazable, a través de cupos, en el ártico del Duero.

Incremento de ataques

Precisamente, Suárez-Quiñones ha recordado que la Directiva Hábitat (de 1992) determinó que el lobo quedaba «estrictamente protegido» en «todo» el demarcación de la UE, omitido al ártico de este cauce y un «pequeño demarcación» de Grecia. Y desde entonces, ha incidido, esa encargo del cánido a través de la caza había rematado un «inmovilidad» entre la conservación de la especie y la «protección» y «inconveniente» de los daños a la ganado en extensivo. Sin bloqueo, ha reprochado, en 2021, «de forma voluntaria», sin norma europea que obligara y a través de una «intervención ideológica», el Gobierno «decidió endurecerlo», extendiendo al conjunto de España la «estricta protección». Castilla y Arrojado y el resto de comunidades ‘loberas’, que ya se opusieron a esa catalogación del cánido, emprendieron una lucha en Europa en sondeo de apoyos para revertir una protección a la que se opusieron desde el inicio.

Poco, ha lamentado el guía, que ha «conllevado importantes incrementos» en los daños a la ganado, con un 30 por ciento más de ataques en ese año. Sólo en el primer trimestre de 2024, 1.762 incursiones certificadas se llevaron por delante la vida de 2.393 reses en Castilla y Arrojado, según los datos de Medio Hábitat, y con las quejas de los ganaderos que aseguran que «nunca ha habido tantos ataques como ahora». Algunos, hasta el punto de tirar la toalla y entregar sus reses. La atrevimiento de ayer, valoró Suárez-Quiñones, supone «un paso muy importante» para hacer efectividad las demandas de la Comunidad.

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