El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha vuelto a encender las alarmas globales al insensibilizar su discurso sobre el uso de armas nucleares. En una nuevo reunión con el Consejo de Seguridad Ruso, Putin declaró que Rusia podría acudir a su atarazana nuclear si su condado es atacado por cualquier nación, incluso si el ataque se realiza nada más con armamento convencional. Esta confesión marca un libranza significativo en la postura del Kremlin, al estrechar el puertas para el uso de estas devastadoras armas.
Las palabras de Putin llegan en un momento de suscripción tensión, con Ucrania solicitando a sus aliados occidentales, entre ellos el Reino Unido y Estados Unidos, autorización para utilizar misiles de dilatado trascendencia, como los Storm Shadow británicos y los Atacms estadounidenses, con el fin de atacar objetivos en condado ruso. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en que estas armas son esencia para debilitar la infraestructura marcial rusa y alcanzar avances significativos en el campo de batalla. Sin incautación, estas solicitudes han avivado las tensiones entre Moscú y Oeste, y han llevado a Putin a animar su retórica nuclear.
Rusia podría objetar con armas nucleares
Putin argumentó que, en caso de tener “información fiable” sobre un ataque inminente contra su condado, Rusia podría objetar con armas nucleares. Esta amenaza implícita no solo investigación disuadir a Ucrania, sino todavía a los países de la OTAN que están considerando alabar más apoyo marcial a Kiev. Según el mandatario ruso, cualquier nación nuclear que colabore en un ataque contra Rusia será considerada como parte de la golpe, una advertencia clara a las potencias occidentales.
“Vemos que la situación marcial y política moderna está cambiando dinámicamente, y debemos tenerlo en cuenta”, afirmó Putin según del diario 20 minutos al anunciar la modernización de la doctrina nuclear rusa, que fue establecida en 2020. Según el presidente ruso, estas modificaciones responden a la aparición de nuevas amenazas y riesgos militares tanto para Rusia como para sus aliados. Esta recalibración parece ser una respuesta directa a los crecientes desafíos que plantea la colaboración marcial entre Ucrania y Oeste.
Desde Kiev, la respuesta a las declaraciones rusas no tardó en conservarse. Andriy Yermak, principal de junta de Zelenski, desestimó las advertencias de Putin, acusando al Kremlin de acudir nuevamente al “chantaje nuclear“. Según Yermak, Rusia está utilizando su atarazana nuclear como la única útil que le queda para intimidar al mundo, subrayando que esta táctica ya no tendrá el impacto deseado en la comunidad internacional.
Mientras tanto, en el seno de la política rusa, sectores influyentes han estado presionando a Putin para que adopte una postura aún más agresiva respecto al uso de armas nucleares. Esta presión interna, sumada a la ascenso del conflicto con Ucrania, parece poseer impulsado al mandatario a flexibilizar las condiciones bajo las cuales Rusia podría acudir a su armamento nuclear, con el fin de disuadir una anciano intervención de Oeste en el conflicto.
Uso de armas nucleares no son nuevas en el discurso de Putin
Las referencias al uso de armas nucleares no son nuevas en el discurso de Putin, quien desde los primeros días de la invasión de Ucrania ha dejado claro que Rusia utilizará todos los medios disponibles para proteger su soberanía. Aunque durante los meses posteriores la retórica se moderó, los recientes comentarios del líder ruso reavivan el temor de una confrontación nuclear, un ambiente que los líderes occidentales no pueden ignorar.
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