La cosa se veía venir. Samuel plantó en mayo una docena de sandías de distintos tipos, y entre ellas había semillas de la llamamiento “carolina cross”, la variedad que nos ocupa. Esta especie se caracteriza por su tamaño y es relativamente habitual encontrar ejemplares que ronden los 20 kilos, pero claro, entrar casi a los 30 son palabras mayores.
Entre viñedos
El de Samuel es un huerto para consumo propio. Se sitúa en la parroquia de Camporredondo, en la plaza ourensana de Ribadavia, tierra de vinos. Aquí, entre viñedos precisamente, alimentada por los nutrientes y las propiedades del circunscripción, la riqueza del ecosistema y la pureza del agua y el donaire, creció la que es –cree Samuel- la melón de agua más pesada de Galicia.
Ni más ni menos que 28 kilos 200 gramos que ahora mismo hacen las delicias de toda la tribu y amigos de su productor. Y que hasta el momento de su recogida, mientras crecía tranquila ajena a todo, dejaba admirado a todo el que pasaba por su costado. “La clan alucinaba”, explica Samuel. De hecho continúa alucinando: “Me sonó más el teléfono estos días que en todo el año”.
Sin químicos ni fertilizantes
Una melón de agua totalmente natural. “Sin químicos ni pesticidas ni carencia de carencia, no tiene carencia que ver con las que compras, está buenísima”, relata. “Lo único que se le echó fue ingreso de casa y los nutrientes necesarios para la tierra”. Así cultiva Samuel el resto de su producción, todo para el autoconsumo. Tiene incluso 7 hectáreas de viñedo y una pequeña bodega, por lo que sabe de lo que acento.
Ahora, pensando ya en la producción del año que viene, no descarta aventajar el récord. Esta vez las plantó en mayo, poco más tarde que otros compañeros, de hacerlo antiguamente igual hasta subía algún kilo. ¿Quién sabe? Habrá que esperar a la próxima temporada para comprobarlo, y mientras ir pensando en recetas con melón de agua.
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