El sexto aniversario del referéndum ilegal de 2017 coincidió este año con la negociación para la investidura de Pedro Sánchez, Presidente en funciones del Gobierno y líder del PSOE, una vez fracasado el viernes el intento de Alberto Núñez Feijóo (PP). Sobre la mesa: la amnistía (ya asumida por los socialistas) y la exigencia de un referéndum de independencia, rechazada por el PSOE, formación que propone una “consulta” alternativa. A la espera de ver cómo evoluciona la negociación entre socialistas e independentistas, Puigdemont y Aragonès, hoy, han reiterado el apoyo de Junts y ERC al referéndum.
En el acto considerado central para conmemorar el referéndum del 1-O, celebrado en Barcelona y convocado por el Consejo de la República que preside Carles Puigdemont, el eurodiputado y expresidente de la Generalitat ha señalado que ese día de 2017 fue el punto de partida de la “república independiente” de Cataluña y que, por tanto, Sólo el “pueblo” puede cambiar lo logrado ese día. «O1-O es del pueblo. “No nos resignamos a la ‘pax’ regional”, advirtió, en un mensaje lleno de reproches a ERC, sin citar al partido de Oriol Junqueras y Pere Aragonès, y sin menciones directas a la negociación con el PSOE.
Puigdemont, prófugo de la Justicia española desde octubre de 2017, animó a los presentes en el acto, que llenaron la Plaza de Cataluña de la capital catalana, asegurando que «Hoy las cosas han empezado a cambiar», en el reconocimiento del 1-O, y ha pedido a los separatistas que tengan “más autoestima”, “empatía” y “convicción” de lo que son capaces de hacer, para “completar” la secesión de la región. También han participado responsables de Òmnium Cultural y, entre otros, la Asamblea Nacional Catalana (ANC).
Durante los parlamentos se han escuchado gritos a favor de la independencia, “sin olvido no hay perdón” y, sobre todo, “Puigdemont, nuestro presidente”. Pese a ser un acto del Consell y con la participación de otras entidades del independentismo, ERC y la CUP han enviado a dirigentes de segunda a la conmemoración del 1-O, mostrando así las diferencias entre Junts, que ha acudido con todas sus fuerzas podría. la dirección del partido, y los otros dos partidos secesionistas con representación en el Parlamento de Cataluña. Según la Policía Urbana, se han reunido unas 4.500 personas.
Aragonès pide “implementar” el 1-O
Por su parte, Pere Aragonès (ERC), presidente de la Generalitat, también ha conmemorado el sexto aniversario del 1-O pidiendo a todo el movimiento secesionista que permanezca unido para garantizar que el resultado del referéndum ilegal de 2017 sea válido. “respetado e implementado”. En esta línea, el ‘president’, de Fonollosa (Barcelona), ha reiterado que la amnistía para los acusados del ‘procés’ es necesaria pero no es el punto final, que sólo será un referéndum reconocido por el Gobierno de España.
Por la mañana, una manifestación del ANC reunió a un millar de personas según informó la Policía Urbana de Barcelona. Dolors Feliu, presidenta de la entidad, ha reiterado la necesidad de declarar unilateralmente la independencia de Cataluña, una vez aprobada la ley de amnistía en el Congreso. Feliu ha insistido en que si el actual Govern catalán no lo hace convocará elecciones al Parlament. Además, ha tirado a un contenedor de basura imágenes del Rey, Pedro Sánchez, Mariano Rajoy y el juez Manuel Marchena.
La marcha de la ANC, que comenzó en la plaza de Urquinaona, que en 2019 -tras conocerse la sentencia del ‘procés’- fue escenario de violentos enfrentamientos entre los radicales y la policía, ha finalizado en la plaza de San Jaime, donde el funcionario Se encuentra la sede de la Presidencia de la Generalitat. Los manifestantes han dejado pancartas con el lema en el suelo de la plaza “independencia o elecciones”. Antes, al pasar por la sede de la Jefatura de la Policía Nacional, arrojaban pequeñas urnas.