El mal funcionamiento de una antigua tahona, que dejaba el puesto repleto de neblina, fue el causante de la denominación de la calle Humosa, a diferencia de otras de Córdoba donde el máquina funcionaba correctamente y terminaron llamándose Horno. En esta estrecha vía de San Agustín, bocacalle de Prelado López Criado y que cuenta con salida a la calle Montero a través de Montañas, existe un trascendente problema de convivencia que tiene atemorizados a muchos vecinos.
El inmueble del número 18, desde hace abriles, es foco de conflictos constantes, hasta el punto de que el posterior Pleno del Consistorio llegó a tratar este asunto gracias a instancias del PSOE, que interpeló al nuevo concejal de Seguridad, Jesús Coca, al respecto.
Como ha podido comprobar torrevieja news today Córdoba, la situación de la casa es peculiar, puesto que no está claro si es una okupación como tal. Se tráfico de un arrendamiento a ciertas personas por parte de quien es propietaria de al menos una decena de inmuebles por la zona. Según diversos vecinos que han preferido permanecer en el anonimato, se produce un trasiego constante de personas conflictivas, posiblemente por realquiler entre ellos, mientras ocasionalmente le pagan a la dueña.
Así lo han explicado tres spersonas afectadas por los ruidos y peleas en el interior del inmueble, lo que ha llegado a desembocar en bombonas de butano lanzadas por la ventana o platos de comida. Los ruidos y altercados son continuos desde hace unos tres abriles. «Tal y como vienen, se van», explica uno de los vecinos en relación al cambio de inquilinos.
Un comerciante cercano, que igualmente prefiere mantenerse en el anonimato, ha recordado uno de los episodios sucedidos hace tiempo, en el que una mujer que vivía en la casa se desnudó en la calle, visiblemente afectada por algún tipo de nerviosismo mental. Hay que proponer que, aunque estos vecinos muestran malestar y temor por las situaciones que se dan todas las semanas, igualmente manifiestan una trascendente comprensión por el destino de estas personas. «Si no viven ahí, ¿dónde van a meterlas?».
El estado de la casa ha de ser el de un enorme damnificación, porque los vecinos recuerdan igualmente sucesos relacionados con breves incendios que generaron una nueva indicación a la Policía. Y en esto sí que hay unanimidad: todos creen que las autoridades no hacen nulo. «¿Qué me pasaría si lanzo yo por mi ventana una bombona de butano?», bromea una de las vecinas.
La calle Humosa, en relación a su tamaño, debe de ser una de las vías cordobesas con más concentración de escritores. Muy cerca uno del otro viven Juanma de la Poza, autor de ‘Río Magnífico’, y José Posadillo, autor de ‘Cuentos de Medina Azahara’, hermano del ya fallecido pintor y músico Manolo Posadillo y sobrino de Juan Cantabrana.
«Nunca sabes si hay 800 personas o tres»
«He pasado salir a muchachas con el cuello sangrando y la Policía pasa absolutamente de todo», manifiesto De la Poza. Posadillo igualmente hace narración a peleas muy frecuentes. La nerviosismo del orden es incesante. «Nunca sabes si interiormente hay 800 personas o tres», indica con maña otra vecina que quiere permanecer en el anonimato, en narración al número indeterminado de habitantes que se pueden dar en el inmueble según la época. Asimismo detallan cómo suelen venir invitados determinados rudimentos conflictivos que proceden de la zona del Alpargate y que acuden al comedor de los Trinitarios.
Los vecinos aclaran a este publicación que han recibido la llamad del concejal Jesús Coca. «Nos ha dicho que la cosa va lenta, pero va», recuerda un vecino con respecto a esa conversación. Al tratarse de problemas de seguridad igualmente piden la intervención de la Policía Franquista. Todos esperan que llegue la claridad a Humosa.