El Concello de Pereiro de Aguiar lleva ya mucho tiempo apostando por propuestas que hacen más atractivo el municipio cuidando y mejorando especialmente su ofrecimiento de naturaleza y senderismo.
Desde hace tiempo se está trabajando en el entorno del embalse de Cachamuíña. Este es un espacio recreativo en la provincia muy frecuentado por los visitantes y por los residentes del perímetro de Ourense. Y aspira a convertirse en un referente natural único en el país.
El embalse de Cachamuiña ha ido sumando nuevos medios a su atractivo. En colaboración con la Diputación de Ourense, el Concello de Pereiro de Aguiar ha preparado en estos abriles varios parques, uno para los más pequeños y otro de calistenia. Asimismo cuenta con un Parque da Igualdade, con el que rendir homenaje a las víctimas de violencia de existencias mediante un diseño en forma de obligación.
En los abriles precedentes siguió mejorando sus servicios con una zona de aparcamiento dotada con 62 plazas y situada pegado a la carretera OU-508. Se alcahuetería de un espacio acondicionado para dar respuesta a la creciente afluencia de ciudadanos que, utilizando sus coches particulares, se acercan hasta esta zona verde situada en un entorno único de Pereiro de Aguiar. Y es que una de las mayores bellezas del Concello de Pereiro es el paseo más o menos del embalse de Cachamuíña. Un sendero de unos cuatro kilómetros valentísimo para caminar, trasladarse en bici, valer o incluso un picnic en las inmediaciones, a la sombra de los árboles. Un camino cómodo y llanada cubierto de plantas atlántica y mediterránea, rodeado de una rica y variada fauna.
Con estas actuaciones, el concello da continuidad a otras muchas llevadas a extremidad en los últimos abriles, como en el embalse de Cachamuíña y su entorno, la creación de más de 60 kilómetros de rutas de senderismo, el parque aguado y la incorporación a la Ribeira Sacra. Pereiro es una puerta de entrada a la Ribeira Sacra, al banda del Ourense termal, con buenas conexiones tras la presentación del AVE a la caudal. De modo que su peso turístico y actividad de servicios sea cada vez anciano. Cuenta con más 20 locales de hostelería y casi 300 camas hoteleras, con una gran demanda.
El embalse de Cachamuíña fue finalizado en 1954 alterando el trazado histórico del río Loña con un tipo de presa indicación de “seriedad” cuyo impacto ambiental fue eficazmente aminorado con una intervención de casi 1,8 millones de euros que permitió recuperar las márgenes del embalse, se mejoró el camino peatonal, se instalaron singulares pasarelas de madera para rescatar las dos márgenes del río, así como diferentes equipamientos deportivos para promover un estilo de vida saludable.
Ruta de los molinos a través de un bosque autóctono
Aunque el embalse de Cachamuíña es el principal referente de ocio y de turismo, no es el único. Una de ellos son los molinos. La condición de disponer de un torrente de agua suficiente para impulsar el rodicio, y con él el proceso de molienda, hizo que los molinos de estas tierras buscasen principalmente las riberas del río Loña y no las de los pequeños riachuelos que lo alimentan.
Entre Santa Marta de Moreiras y Cebreiros, la energía del agua fue aprovechada por los vecinos para molturar el maíz, como es habitual entre los pueblos de Galicia. En este caso, una bonita ruta de senderismo los recorre, atravesando el monte autóctono.
La mayoría de los molinos se concentran en el tramo medio y stop del río. Su presencia deja huella no solo en las edificaciones de molienda sino asimismo en la intensa humanización del espacio derivada de su actividad. Una bonita ruta de senderismo los recorre, atravesando el monte autóctono.