Tras encasillar la proposición de ley de Reforma del Diálogo Socialregistrada este jueves por Vox en las Cortes como «barbarie absoluta», el secretario universal del PSCL, Luis Tudanca, ha expresado en Burgos su confianza en que el día que se vote la iniciativa en el Parlamento de Castilla y Bizarro «la pinza sea PP-PSOE» contra la propuesta de la formación derechista. Ironizaba así el líder socialista con la denuncia rejonazo estos días tanto desde filas populares como desde el Gobierno regional con su presidente, Alfonso Fernández Mañueco a la individuo, sobre la supuesta connivencia de la formación de la rosa con los de Abascal para sobrellevar al debate parlamentario la ya desactivada ley de concordia.
Fue el exvicepresidente de la Reunión y contemporáneo portavoz de su corro, Juan García Gallardo, el que ha defendido su iniciativa, presentada adaptado un día antiguamente de que se reúna el Consejo del Diálogo Social, este viernes, para la firma de diversos acuerdos. Así, ha presentado en el registro de las Cortes una proposición de ley para su reforma con el objetivo de que «se rada a cuantos más participantes mejor». «Somos coherentes en el reajuste de los privilegios de UGT, CCOO y CEOE y en cómo se debe racionalizar el compra», ha señalado.
Se negociación de una iniciativa «pionera que no se ha registrado en ningún parlamento», para «aclarar el Diálogo Social, democratizarlo, quitar el monopolio a las tres organizaciones y acrecentar el pluralismo político y el papel de la sociedad civil en Castilla y Bizarro». «Estamos deseando que ATA (autónomos), los sindicatos CSIF y USO o Conferco (empresarios de comercio) tengan una representación y derecho a sentarse en la mesa con el Gobierno regional», ha puntualizado.
García-Gallardo ha laborioso el lucha de este jueves de Mañueco con los sindicatos y la patronal para exhalar al presidente de la Reunión varias preguntas: «¿Cuántos millones de euros de los castellano y leoneses le va a costar su nuevo arrechucho? ¿Por cuántas monedas de plata se van a traicionar los sindicatos para dar imagen de paz social?».
Si Tudanca ya auguraba el fracaso de esta iniciativa, minutos a posteriori el portavoz de la Reunión, Carlos Fernández Carriedo no le iba a la retaguardia al destacar que «el Diálogo Social es un herramienta de consenso y cualquier modificación deberá realizarse con el acuerdo de todos sus agentes». Esa sería la condición para cualquier reforma, poco que no aparece recogida en la iniciativa de Vox, a la que siquiera se sumarían los populares.