Están en juego al menos medio millón de euros a corto plazo. Son muchas las cuestiones a las que se tendrá que enfrentar Ourense y que deberían estar sobre la mesa en las próximas negociaciones entre partidos para la formación del llamado “gobierno progresista”, que, de momento, parece tener a Cataluña y sus demandas como eje central.
La mayor inversión a la vista, de casi 130 millones, se trata de la reforma de la estación intermodal en su parte ferroviaria. La licitación, que quedó paralizada a finales de julio para reconfigurar los precios, sigue, de momento, paralizada, aunque el Consejo de Administración de Adif Alta Velocity dio el visto bueno para volver a licitar. En cualquier caso, ahora está suspendido y cualquier cambio de prioridades podría poner en peligro un proyecto estratégico. De momento, las previsiones del Gobierno hablan de los primeros meses de 2024 para reactivar la contratación de obras.
Pero hay muchos otros proyectos en juego. La A-76 (Autovía Ponferrada-Ourense), una infraestructura muy necesaria para acabar con las malas comunicaciones por carretera entre la comarca de Valdeorras y Ourense, limitada a la obsoleta N-120, apenas registra avances. El proyecto de construcción del tramo berciano Villamartín de la Abadía-Requejo, valorado en 126 millones, se hizo público en abril y se desconoce su estado de tramitación, al igual que el tramo que uniría Requejo con A Veiga de Cascallá, ya en Rubiá, y cuya redacción fue adjudicada en 2018, además del que unirá esta última localidad con O Barco. Los diputados del PP de León y Ourense, y el único diputado del BNG, han reclamado que el primer tramo se licite antes de final de año.
La situación no es mucho mejor. la A-56, que conectaría Lugo y Ourense. Sólo se han construido los 8,8 kilómetros correspondientes al tramo entre A Barrela y San Martiño. Un tramo que ahora apenas es utilizable por su falta de conexión con la ciudad. Por su parte, se encuentra en construcción el primer tramo de la circunvalación norte. Es el que se encuentra entre Eirasvedras y Quintela. Las obras comenzaron en junio del año pasado y deberían estar terminadas a finales del próximo año, pero llevan un año paralizadas.
Avril, Variante Exterior o Barbaña, otros retos
El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico acumula más de cuatro años de Retraso en el proyecto de saneamiento integral del río Barbaña y la mejora de la depuradora de San Cibrao das Viñas, actualmente insuficiente para absorber los vertidos industriales. El proyecto está cofinanciado con fondos Feder europeos, pero aún se encuentra en tramitación medioambiental. El problema es que el Plazo para certificar el gasto ante la Unión Europea Es el 31 de diciembre de 2023 y para finalizar la actuación, el 31 de marzo de 2025. El proyecto tiene un coste de 30 millones y la financiación europea, que se podría perder, ascendería a 14,9 millones.
Otros desafíosrelacionados con las infraestructuras ferroviarias, están la llegada de los trenes Avril, que encadenan retrasos y cuyo último plazo sitúa su recepción ya en el primer trimestre de 2024. En cuanto a la Variante Externa, los dos subtramos en construcción presentan retrasos, mientras que el resto del proyecto aún no se ha estancado.