Cada día una persona sufre un ataque cardíaco en Córdoba. El Hospital Reina Sofía atendió el pasado año una media de 600 casos de pacientes que entraron en parada o insuficiencia cardíaca de los que más de la medio hizo saltar el ‘Código infarto’ al precisar intervención urgente en quirófano. «El tiempo es músculo, a decano dilación más pérdida de músculo», ha agradecido a torrevieja news today el cabecilla de Cardiología del Hospital Universitario Reina Sofía, Manuel Pan, durante la celebración del Día Mundial del Corazón.
El Hospital Reina Sofía atiende 27.000 consultas anuales de enfermedades cardiovasculares ha destacado la delegada de Vigor, María Jesús Botella en la presentación adyacente al servicio de Cardiología y las asociaciones de pacientes con cardiopatías o trasplantados en una viaje de actividades para concienciar y evitar estas patologías en el recibidor del centro hospitalario.
Botella ha recordado que la Mecanismo de Cardiología del Hospital Universitario Reina Sofía presta unas 27.000 consultas al año de pacientes con enfermedades cardiovasculares, una número cada vez decano conveniente al envejecimiento de la población. Este montón de patologías es el responsable de los cerca de 5.600 cateterismos que se practican anualmente en las ralas de hemodinámica del centro hospitalario. De ellos, 350 son de aprieto, agudos, como consecuencia del daño en el corazón provocado por el infarto de miocardio así como de insuficiencia cardíaca. Así lo han puesto de manifiesto esta mañana los cardiólogos adyacente a la Asociación de Pacientes Cardíacos de Córdoba y la Asociación de Insuficiencia Cardíaca y Trasplante con motivo del Día Mundial del Corazón que, como cada año, se conmemora de 29 de septiembre.
El regente de hospital, Francisco Triviño ha recordado que el impacto asistencial que tiene la atención a cardiopatías en nuestro hospital -más de 27.000 consultas directamente relacionadas con los problemas cardiovasculares- «pero está en nuestras manos compendiar esas cifras, concienciando a la sociedad de la importancia de la prevención, hábitos saludables y controlando los parámetros de aventura como colesterol o diabetes».
Por su parte, el cabecilla del Servicio de Cardiología Manuel Pan, catedrático de Enfermedades Cardiovasculares de la Licencia de Medicina de Córdoba, ha señalado que «nosotros hacemos unos 350 cateterismos urgentes al año, que son por la activación del ‘Código infarto’; es el infarto agudo en el que hay que valer en el que se cierra una arteria del paciente y hay que abrirla en un período mayor de 2 a 4 horas como mucho, es el infarto clásico».
En este sentido, Pan ha explicado que en este contexto «luego hay situaciones como anginas de pecho que motivan cateterismos diferentes, que son ataques pero más leves y permiten más tiempo, pero fundamentalmente el de las urgencias son los que salvan más vidas de pacientes«. En cuanto al perfil de estos pacientes, Pan ha agradecido que lo que ha subido es la existencia. «La enfermedad cardiovascular no es la primera causa de crimen, yo creo que el cáncer nos está superando», ha señalado el cabecilla de Cardiología quien ha agradecido que desconoce las razones pero sí que por un costado es la prevención que se está haciendo que es agresiva contra el colesterol y demás factores pero sobre todo, por los tratamientos de aprieto.
Pan ha afirmado que los ‘Código Infarto’ son la respuesta que más vidas salva, seguidas de la instalación de válvulas percutáneas en ancianos, que se ha demostrado una reducción importante. Y asimismo lo avances farmacológicos en tercer empleo.
En cuanto al perfil de las personas que sufren un infarto, el cabecilla de Cardiología del hospital cordobés ha admitido que ven tanto a personas jovenes como a mayores, pero sobre todo hombres, que son mayoría frente a mujeres. En este sentido, ha señalado que «con el envejecimiento de la población son cada vez más mayores con afectaciones cardíacas a los que atendemos porque antiguamente en realidad no se utilizaban estas técnicas con ellos sino que se iba más a un tratamiento conservador pero ahora somos más intervencionistas; la población está envejeciendo y eso asimismo es buena nueva».
Los infartos en las mujeres más sigilosos
«El hombre es más frecuente que sufra el ataque cardíaco, pero no quiere sostener que la cardiopatía de la mujer con peculiaridades como que se diagnostican peor y no acuden al momento más precoz, y estamos intentar mejorar la afluencia», ha explicado el cardiólogo Pan.
La supervivencia de estas personas que entran en ‘Código Infarto’ es cada vez mejor, ha explicado el cabecilla de la Mecanismo de Cardiología y «depende del estado en que llega, hay situaciones que son catastróficas con infartos muy grandes o que llegan muy tarde, y es el shock cardiogénico que no supera el 50 por ciento de la supervivencia, pero el resto pues la supervivencia es del 99 pro ciento prácticamente».
Comorbilidad que aumenta el aventura
Otro ejecutor, a prudencia de Pan, es la existencia y la comorbilidad del paciente, «hay muchos pacientes que son muy frágiles porque tienen mal asimismo el riñón o el pulmón u otras patologías por lo que tienen mucha menos supervivencia. Ahora ha mejorado la disfunción ventricular que pueda proyectar depende muchas veces del tiempo en reaccionar».
Botella ha elogiado encima la tarea de la rehabilitación cardíaca complementaria a la terapia farmacológica, se atiende al ámbito físico, control de factores de aventura y psicológico. Unas 250 personas pasaron por esta dispositivo de rehabilitación cardíaca en 2023. La idea es extender esta rehabilitación cardíaca en el resto de hospitales de la provincia como en Pozoblanco, Infanta Margarita y en Montilla ya se realiza y «vamos a trabajar para que llegue a todos los rincones de la provincia y se de accesibilidad a estos programas».
Este viernes la viaje se ha franco con un liga de talleres sobre prevención y control (niveles LDL-Colesterol, glucemias, presión arterial o factores de aventura) y un cardiomaratón a cargo de la Asociación Provincial de Voluntarios de Protección Civil y Emergencias de Córdoba (Asoprotecor).