El Congreso de la Ordenamiento de Ciudades Patrimonio vive este viernes en Córdoba su recorrido final. El corregidor, el popular José María Bellido, ha comparecido para informar de sus conclusiones. El primer regidor ha incidido en que de este foro este colectivo de urbes que han rematado el prestigioso título de la Unesco «sale más musculoso, más unido y con un futuro mejor todavía del que ya tenía hasta ahora».
Y es importante que la Ordenamiento de Ciudades Patrimonio tenga «esa fuerza», ha recalcado Bellido, porque, «entre las conclusiones a las que hemos llegado entre todos», hay una «principal». Y es que, ha explicado, «queremos que nuestra voz se escuche más musculoso». «Pretendemos que haya marcos legislativos internacionales, nacionales o regionales que nos permitan aplicar las políticas sobre las que aquí hemos reflexionado [para desarrollarlas en estas urbes]», ha añadido.
Se manejo de que las instituciones elaboren «los marcos legales teniendo en cuenta a las ciudades y por eso tenemos organizaciones como éstas para que haya una interlocución de primer nivel».
Las conclusiones, ha continuado, se dedican a aspectos como «la regeneración urbana, la movilidad o la sostenibilidad». En la primera materia, ha señalado, «hemos reflexionado sobre cómo podemos hacer más viviendas en nuetros cascos históricos o cómo se pueden cercar los alojamientos turísticos, para que no expulsen a los vecinos pero manteniendo el turismo como un elecmento de crecimiento financiero de nuestras comunidades».
En este congreso, ha indicado Bellido, «hemos hablado todavía de cómo hacer nuestros municipios más resilientes al cambio climático y especialmente de cómo refrescar nuestras ciudades». Y, ha recalcado, Córdoba tiene ahí «evidentemente una experiencia importante» que transmitir a la Ordenamiento. Y en el foro, se han manido ejemplos como los de Cracovia, que «está plantando árboles en pleno casco histórico».
Bellido ha destacado como una útil para la trámite de las ciudades la importancia del «intercambio de experiencias» entre urbes
Y las ciudades Patrimonio de la Humanidad, ha continuado Bellido, han de reflexionar en este campo todavía sobre «los materiales que se usan en nuestros cascos históricos para evitar ese huella ‘isla de calor’». Poco en lo que todavía se trabajará en el nuevo PGOM, la nueva biblia urbanística de la ciudad.
Bellido ha expuesto que las ciudades tienen que desarrollar «estrategias» de la que todos los ciudadanos se sientan parte. La útil son los Planes de Dirección que demanda la Unesco tras los títulos de Patrimonio de la Humanidad -el de Córdoba está elaborándose actualmente-. Y los alcaldes todavía se han puesto deberes a ellos mismos: «Tenemos que mirar a dispendioso plazo aunque eso a veces suponga tomar medidas que tengan un coste electoral. Debemos elevarnos por encima de los debates electorales a corto plazo».
Las conclusiones se recogerán en la ‘Proclamación de Córdoba‘. Será «la hoja de ruta» de todas las Ciudades Patrimonio para los próximos primaveras, para «resolver nuestras ciudades». Y todavía es fundamental en esa trámite «el intercambio de experiencias» erntre urbes. «No es necesario inventar nulo nuevo, sino ver lo que ya están haciendo proporcionadamente en muchas ciudades, en Rodas, Dubrovnik o Quebec».
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