Sara Gagino Allo (@iningaginable en redes sociales) es una muchacho comediante del ciudadela coruñés de Monte Stop. Estos días la pintora se ha dedicado a esconder por su ciudad varios de sus cuadros, de muy distintos tipos. En la parte trasera de estos, señala: “Si te gusta, llévatelo; sino, déjaselo al futuro”. Por otra parte, pide a quien se lo encuentre, que le envíe una foto por sus redes sociales.
Dejó sus cuadros por zonas dispares: desde terrazas, a árboles, ventanas, carteles e incluso andamios o contenedores de basura. “Ayer dejé 40 cuadros”, cuenta la coruñesa. Algunas de estas obras tienen, por ejemplo, forma de corazón. La mayoría son de arte universal y la presencia y viveza de los colores son lo que más flama la atención de ellos.
Sara se dedica, encima de al arte, a su otra pasión: la hostelería. Fue en el instituto donde se dio cuenta de que debía dedicarse al arte, luego de que una profesora, viendo cómo dibujaba, la alentara a hacer el bachillerato de la rama artística. Tras estudiarlo, hizo carpintería en el Instituto Rosalía Mera, en A Coruña. “Ojalá pudiera tener un taller y mezclar todo lo que me gusta”, cuenta Sara entre risas cuando palabra de su apego por la pintura y la carpintería. Y por si fuera poco dedicarse a la hostelería, a la ilustración y a sus proyectos de carpintería y pintura, la muchacho estudia un ciclo superior de dirección de hostelería. Aunque a muchos les sorprenda, no es la primera vez que Sara regala sus piezas a quien se las encuentre por la calle. “Debe de ser la tercera o cuarta vez que lo hago”, detalla. Para ella es una forma de darle salida a muchas de las obras que crea y luego quedan almacenadas. “Tenía cuadros hasta en la habitación de mi hermano”, cuenta. De esta forma, regalándolos, le da visibilidad a su trabajo y la concurrencia queda contenta por tener una obra de balde con la que adornar su casa. “La concurrencia los coge porque les gusta”, explica.
Aunque todo tiene su cara B: “Obviamente no me sale muy de ocasión, consumición tiempo y material en ellas y no recibo cero”, cuenta. “Ayer fui dejando los cuadros sobre las 6 de la tarde y cuando salí para cenar a las diez, ya no estaban”, dice alegre. Todavía ha repartido varios sobres sorpresa por la ciudad. Y para sorpresa, la que se llevó Sara cuando supo que algunos de los cuadros que ya dejó en Coruña en otras ocasiones, como al manifestación del verano, están en Barcelona o Andalucía. La muchacho cuenta con mucho apoyo en su tesina estético en genérico. Para esconder los cuadros le echaron una mano sus amigos y amigas. “Dejábamos uno, nos sentábamos a tomar un café en una terraza y observábamos quién pasaba, lo miraba y esperábamos a ver quién se lo llevaba”, cuenta.
Tras este éxito en redes sociales, ahora Sara está enfocada en el dispersión de sus nuevas camisetas, que verán la luz muy pronto.
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