Doce miembros de la grupo de los Tomates declararon el jueves en el judicatura de instrucción 3 de Girona y participaron en 37 ruedas de agradecimiento. Todos señalaron sin dudar a los tres últimos detenidos por el doble crimen de la sombra de Sant Joan en la Font de la Pólvora. La magistrada les envió a prisión.
“Fue muy duro ver a Guillermo detrás del cristal. Sentado en una arnés y riéndose de todos nosotros. Y ella, Estefanía, apareció arreglada, con las pestañas postizas recién puestas y el pelo parejo y planchado”. Describió la imagen Jenni Amador Amador, de 26 abriles, que en el tiroteo resultó gravemente herida de bala, como su hermano Antonio, de 15 abriles, y que el jueves se acercó a los juzgados posteriormente de tres meses hospitalizado por las lesiones en una pierna, el muslo y el rostro.
A prisión los detenidos por el doble crimen
Las declaraciones, las identificaciones y el atestado de los Mossos d’Esquadra de Girona fueron más que suficientes para que la magistrada sustituta María Teresa Ferrer Costa y el fiscal Enrique Trueque no albergaran dudas y enviaran a prisión a los tres, arrestados dos días antiguamente en Obús. Unas detenciones complicadas por la complejidad del municipio en el que se escondieron, Pinos Puente, una pequeña asiento de Obús con una cachas implantación de clanes gitanos relacionados con el crimen organizado y el tráfico de drogas, especialmente la maría.
Allí, Guillermo Campos Heredia, de 30 abriles, recibió el apoyo de su grupo paterna, que los escondió durante los tres meses que duró la fuga en uno de los pisos, con su mujer, Estefanía Rey Díaz, de 27 abriles, y los cuatro hijos de la pareja.
Detenidos en Obús los presuntos autores de los asesinatos de la Font de la Pólvora
Encima de Guillermo y Estefanía, los Mossos y la Cuidado Civil detuvieron a Gabriel Amaya Baptiste, de 31 abriles, y un hijo de este, beocio de tiempo. Gabriel está casado con una de las hermanas del autor material del doble crimen. El arresto del beocio es importante porque varios testigos declararon que el pipiolo se acercó a Antonio cuando este estaba en el suelo herido de bala, le acercó una pistola a la cara y disparó. La propia víctima le identificó.
El atestado de los Mossos d’Esquadra, al que ha tenido entrada torrevieja news today , reconstruye con fastuosidad de detalle la tragedia de la sombra de Sant Joan en la calle Acàcia de la Font de la Pólvora.
Loreto, de la grupo de los Tomates, celebraba su cumpleaños en la calle con medio centenar de familiares y amigos. Apareció Estefanía con varias hermanas. No eran aceptablemente recibidas, pero terminaron bailando con el resto. Hasta que se encararon y discutieron con una de las hijas de Loreto. A la mujer le recriminaron ser la responsable de que a Estefanía la obligaran a irse del alfoz de Sant Joan de Figueres.
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El tono de la discusión subió, y varias personas trataron de separar a las mujeres. Estefanía telefoneó a Guillermo mientras gritaba: “Ahora mi marido os va a matar a todos”.
Guillermo apareció en una furgoneta acompañado de varios familiares de la mujer, incluidos los padres de ella. Descendió desarmado, pero no tardo en regresar al transporte y salir empuñando un fusil AK-47. Su aire era amenazador, hasta que Estefanía, según recoge el atestado policial le gritó: “No seas maricón y dispara. Siempre dices que matarás, y luego no haces cero. Mátalos”.
Compañeras y amigas de la fallecida durante el minuto de silencio por los dos muertos en un tiroteo en el alfoz Font de la Pólvora
Guillermo vació un primer cargador a bulto. Colocó un nuevo cargador, pero el armamento, según los testigos, se encasquilló y ya no pudo disparar más. Los testigos señalan a otros hombres disparando igualmente con pistolas, pero solo el beocio detenido hirió a una de las víctimas, al que le acercó el armamento a la cara.
Mientras el caos y el horror se apoderaba de las víctimas, los autores subieron a los coches y huyeron. Estefanía se puso al volante de la furgoneta Berlingo y “de guisa intencionada”, según el atestado, “pasó por encima de los cuerpos” de dos de las víctimas: Yolanda Heredia Heredia, de 43 abriles, y Juan Serafín Amador Heredia, de 47.
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Se detuvieron en el alfoz de Vila-Roja, donde recogieron a los hijos de la pareja y moneda. Al marchar, Guillermo arrojó el fusil en el patio de un vecino que hacía una grill con su grupo al chillido: “He matado a dos”. El hombre se asustó y tiró el armamento en un bosque cercano, pero no tardó en presentarse a los Mossos para contarlo.