Pachi Larrea, de Ecuador, ha vacada la primera impresión del Premio Internacional de Entrada Pastelería Paco Torreblanca, un concurso que se realiza en el ámbito de la Feria Alicante Gastronómica, que rinde tributo a uno de los mejores pasteleros del mundo y que examen encontrar la mejor tarta de chocolate del planeta. El catalán Sergi Vela quedó en segundo puesto, seguido de Fran Segura logró la tercera clasificación.
Larrea está residente en Castelldefels, donde cuenta con dos establecimientos, y que suma 20 abriles de experiencia en el mundo de la pastelería, y se manifiesta como un apasionado del chocolate.
El delegación ha calificado su fórmula como una de las más innovadoras, de elaboración impecable, y sabor intenso. Los criterios de evaluación han sido el sabor, textura, presentación y técnica. Este concurso no solo premia la creatividad, sino además el dominio de los fundamentos de la ingreso pastelería, haciendo de este un evento único para los amantes del chocolate.
Cualquiera de los finalistas en esta primera impresión del Premio podría deber llevado el galardón, a la perspicacia de su altísimo nivel y gran prestigio, puesto que todo ellos son grandes maestros de la pastelería. Los finalistas han sido Alba Agudeza Elipe (España), Andrea Zemi (Italia), Estefanía Aguilar (Costa Rica), Fran Segura (España), Javier Naranjo (Colombia), Javiera Villegas (Pimiento); Juan Sarango (Ecuador); Nathalia Escobar Rosales (México), Pachi Larrea (Ecuador) y Sergi Vela (España).
La primera impresión de este Premio Internacional ha sido todo un éxito, puesto que ha contado con 220 candidaturas, de la que se han seleccionado por el delegación a los 10 mejores de ellos como finalistas.
Con la celebración de este premio internacional además se pretende homenajear al hábil Paco Torreblanca, una de las figuras más importantes de la pastelería de España, referente internacional entre los profesionales españoles. Este certamen, que cuenta con la colaboración de la International School of Pastry Arts, es una oportunidad única para que los pasteleros demuestren su diplomacia, creatividad y pasión por la repostería.