Los cantones de limpieza han logrado movilizar a los barrios conservadores contra el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida y unir a la oposición en una misma causa. Los líderes de Más Madrid, PSOE y Vox en el Ayuntamiento de Madrid participaron este domingo en una protesta donde cientos de vecinos exigieron al consistorio cambiar la ubicación de estas instalaciones para almacenar maquinaria. La principal manifestación tuvo lugar en el barrio de Montecarmelo, zona donde el PP concentró el 60% de los votos el 28 de mayo, y hubo otra simultánea al sur, en el distrito de Vicálvaro.
En Montecarmelo, el portavoz de la plataforma contra el nuevo cantón, Paco Arranz, señaló que los vecinos “sienten mucha indignación por la decisión arbitraria del ayuntamiento de colocar, en pleno barrio residencial, la mayor instalación de recogida de residuos gestión en todo Madrid. En declaraciones a Europa Press, el portavoz destacó que se pide una “ubicación consensuada” y que es una cuestión de “voluntad política”. Movilidad, Borja Carabante, insistió en que los cantones de limpieza “no causan molestias ni ruidos”. “Hay 116 cantones en la ciudad, de los cuales no solemos tener ni una sola queja”, añadió.
Sin embargo, cientos de vecinos salieron a la calle el domingo, primero en Montecarmelo, donde también se presentaron representantes de la oposición en el Palacio de Cibeles. Entre gritos de “¡Carabante, ponlo delante!”, la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, criticó que los cantones “son perjudiciales para la vida de los vecinos”. «Si no molesta la instalación, que Almeida la ponga delante de su casa. Siempre hay soluciones técnicas que hay que poner encima de la mesa”, afirmó el concejal.
Según la ex ministra y portavoz socialista, Reyes Maroto, “asistimos a un inicio de mandato en el que el señor Almeida está imponiendo su mayoría absoluta y ha dejado de hablar con los vecinos”. El concejal lamenta que estas ubicaciones no responden a una buena “convivencia” porque “generan ruidos y olores”. La concejala Emilia Martínez, por su parte, representó al PSOE en la manifestación contra el cantón de Vicálvaro a la misma hora.
Incluso Vox se apuntó al “no al cantón” dentro de un barrio conservador. «Esta protesta es una prueba más de que la política no puede retroceder y que no se puede engañar a los ciudadanos. “Nadie está en contra de que haya cantones de limpieza, pero sí en contra de que se hagan las cosas así, con prepotencia”, dijo su portavoz, Javier Ortega Smith, en declaraciones a periodistas. Los grupos de izquierda y Vox están alineados: exigen a Almeida buscar otra ubicación.
El pasado mes de marzo, la presión vecinal ya obligó al delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, a paralizar la construcción de 12 de los 16 cantones previstos en distintos puntos de la ciudad. El concejal -ahora también responsable de la cartera de Urbanismo- propuso crear un grupo de trabajo para consensuar el asunto con la oposición y mantener reuniones con los vecinos. Esa decisión, que se tomó antes de la convocatoria electoral, quedó en el aire, según los vecinos, tras las urnas. Carabante, sin embargo, insiste en que los vecinos “están informados en todo momento”.
El Defensor del Pueblo
El delegado ya recordó que, a principios de septiembre, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, coincidió con Almeida respecto de las quejas vecinales sobre el cantón La Elipa, en el distrito de Ciudad Lineal: «El interés general de la prestación del servicio debe tener en cuenta precedencia sobre posibles intereses particulares. El consistorio remitió a la institución información sobre la instalación, que contará con un muelle de descarga y varios contenedores y donde no se realizará gestión ni tratamiento de residuos. El Defensor del Pueblo sentencia que “entiende que la instalación de un bloque de limpieza al lado de una vivienda puede no ser del agrado de su residente, pero ello por sí solo no puede servir como justificación para que el ayuntamiento acepte un cambio de ubicación”, ya que Eso “afectaría, a su vez, a otros vecinos, que lógicamente podrían esgrimir el mismo argumento”.
El norte de Madrid, en cualquier caso, resiste. Sobre todo, los barrios de Arroyo del Fresno (distrito de Fuencarral-El Pardo), Las Tablas (Hortaleza) y Montecarmelo (Fuencarral-El Pardo). Y en el sur, Vicálvaro. La premisa vecinal es clara: los cantones de limpieza, alejados, para que “no interfieran en la vida del barrio, lleno de escuelas y guarderías”.