Esta semana tomando un café con un amigo me comentaba la dificultad que tenía para poder afrontar unas pequeñas reformas en su casa, no encontraba quien llevase a lugar alguno de los trabajos que pretendía contratar. Lo cierto es que se ha tornado harto difícil encontrar un albañil, un fontanero, un electricista, un mecánico, un camarero, etc.
Pero para tratar de entender este problema que no solo tiene mi amigo, habrá que principiar por tirar de memorias de la infancia. Los que ya tenemos una años somos conscientes de que cuando éramos niños, allá por los 80, en casi cualquier intramuros de Ourense había como exiguo un taller mecánico. En el mío era el de Artemio y Santi, una fontanería (la de Alfonso), una tienda de electricidad (la de César y Miguélez), un zapatero (el anciano de Orlando); regalo que, en mi intramuros, la avenida de Buenos Aires, teníamos hasta un taxidermista. Todos estos negocios fueron desapareciendo a lo desprendido de los primaveras y con ellos los profesionales que allí trabajaban, pero no así la escazes de sus servicios, que sigue viva en veterano o último medida. El de la taxidermia, en último.
Por lo tanto, hoy en día tenemos un problema derivado fundamentalmente de condicionantes sociales pasados. Esos niños de los 80, criados en muchos casos adentro de las familias de estos profesionales y orientados por sus propios progenitores, “tenían” que dirigir sus estudios al bachillerato y cerca de la universidad para poder tener una carrera, para poder proceder mejor que ellos, que solo habían vivido para trabajar en unos negocios que abrían 12 horas al día, seis días a la semana. Algún domingo si mi padre tenía un problema con el coche, como era amigo de Artemio, hasta le abría el taller.
Ya por aquel entonces existía una enseñanza dedicada a la formación de profesionales, la famosa FP (Formación Profesional), pero era una enseñanza denostada y que la mayoría miraba con reticencias, una enseñanza estigmatizada porque se decía que iba dirigida a los “malos estudiantes” o simplemente a los que a posteriori de EGB, no querían seguir estudiando y personarse al instituto a estudiar BUP y COU.
Ha sido difícil revertir ese estigma de la FP, pero con los primaveras se han ido dando pasos importantes al respecto. Fue en 1990 cuando la Formación Profesional se organiza en el plano educativo a partir de la LOGSE y es en 2012 cuando se crea la Formación Profesional Dual.
En España, la Formación Profesional depende de las comunidades autónomas. Nuestros políticos se han cubo cuenta de esta escazes social y tanto desde las administraciones centrales como especialmente desde la propia Xunta de Galicia, se le ha cubo un gran impulso en los últimos dos lustros a este tipo de conocimiento que se encargan de preparar a profesionales.
Pero es en este curso, 2024-2025, donde todos los centros educativos tendrán que aplicar el nuevo maniquí de FP correspondiente a la Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenamiento e integración de la Formación Profesional. Toda la formación profesional se integrará en un solo sistema y este será dual, correctamente con carácter universal o correctamente intensiva, ambas corresponden al régimen de formación profesional que se desarrolla alternando la formación en el centro educativo y en la empresa u organismo asimilado a la actividad productiva, en función del ciclo que el escolar decida cursar.
Los centros y las empresas comparten las responsabilidades formativas para que la formación profesional se adapte a las micción del mercado profesional.
Es en la modalidad intensiva donde los estudiantes obtienen un acuerdo profesional con estas empresas (cobrando y cotizando a la Seguridad Social desde el primer día) y una formación experiencia inmejorable. Las empresas por su parte, obtienen subvenciones al coste que les supone participar en este maniquí formativo y de paso un método de quinta de personal, que les permite conocer previamente a sus posibles futuros trabajadores que tanto necesitan, y que a día de hoy, en un stop porcentaje, se están quedando en estas mismas empresas en las que han sido formados. Todo ello no impide que algún estudiante, a posteriori de poseer superado esta titulación, tenga acercamiento a la universidad, si así lo desea.
Por lo tanto, para que siga creciendo la Formación Profesional dual en España, y en concreto en Galicia, necesitamos ciclos que impartir, más empresas que quieran colaborar y más alumnos que se den cuenta de que esta es una gran oportunidad y que no todo pasa por ir a la universidad. La tasa de ocupados al terminar estos ciclos de FP dual en España, según datos del INE, supera en muchos de ellos el 95% y en algunos es del 100%. En el caso de los universitarios, y según la misma fuente, la tasa de ocupación está entre 10 y 15 puntos por debajo de los procedentes de la FP.
Con respecto a los ciclos a impartir, Galicia ofrecimiento a día de hoy un total de 214 titulaciones. Esto convertido en plazas ofertadas para el curso 2024-2025, según datos de la propia Xunta de Galicia, son 62.779 plazas. Según lo ocurrido en los últimos cursos (no se dispone todavía de los datos de este curso) la mayoría de los ciclos cubren la totalidad de sus plazas.
Hablamos de un problema de inversión de la pirámide poblacional, de que los alumnos que no nacen, nunca podrán satisfacer las aulas
Con respecto a las empresas, cada vez son más las que ven como una decisión casi única a su escazes de encontrar trabajadores, personarse a la FP dual. Actualmente casi 800 empresas están involucradas en Galicia en esta formación; las grandes, prácticamente todas. Pero esto no está dirigido solo a grandes empresas, esto además es válido para pymes que deben animarse a participar y aprovecharse de esta oportunidad ayer de que tengan que cerrar por no encontrar mano de obra cualificada.
Con respecto a los alumnos el problema es más enredado. Hablamos de un problema demográfico, hablamos de un problema de inversión de la pirámide poblacional, hablamos de que los alumnos que no nacen, nunca podrán satisfacer las aulas. Pero para esto, además hay decisión y se apasionamiento inmigración, aunque ahora no es momento de rasgar este melón, porque este artículo va de que deberíamos servirse la gran oportunidad que nos brinda la nueva FP dual, especialmente en Galicia.