La trayecto final del cónclave del Ejecutor gallego en Sober, provincia de Lugo, estuvo marcada este domingo por las protestas de los viticultores de la Ribeira Sacra. La movilización fue convocada por el Sindicato Labrego Galego (SLG) para reivindicar más medidas por parte de la Xunta en presencia de las pérdidas ocasionadas por la no recogida de la uva en gran parte de las viñas por parte de las principales bodegas de la denominación de origen. Se estima que cerca de 500 viticultores se han gastado afectados en esta vendimia. El origen del problema está en el supernumerario de caldo remolcado por la D.O.
El sindicato reclama al Ejecutor “que se poña a traballar xa” para la campaña de 2025 a través de la creación de una mesa de trabajo en la que estén presentes Consello Regulador, bodegas, viticultores y que la Consellería de Medio Rural establezca “axudas directas” a los viticultores.