El distrito de Capuchinos comienza hoy una semana intensa que culminará con la coronación de la Pastora de Málaga este sábado 5 de octubre. La devoción pastoreña, con más de tres siglos de decadencia en la ciudad, marcará un hito en su historia con la imposición de la corona a la Santísima Inmaculado. Una presea que es una obra de arte en sí misma y que ha sido diseñada y ejecutada por el malagueño Miguel Espíritu celeste Martín Cuevas, que regenta el taller de Orfebrería Montenegro, en Fuengirola. La dormitorio, que alega a los cánones del Rococó, está llena de simbolismo franciscano y otros medios que conectan con la advocación pastoreña.
Un diseño rococó con detalles bucólicos
La corona de la Pastora de Málaga se caracteriza por su profusión de flores, medios campestres y las clásicas rocallas, muy representativas del Rococó. Este estilo estético, coetáneo a la talla flamante de la Inmaculado, se adapta perfectamente a la iconografía bucólica de la Pastora, en la que las flores y el entorno campestre juegan un papel fundamental.
La corona de la Pastora de Málaga sigue los cánones del Rococó
El canasto de la corona, con imperiales y resplandor circular, ha sido confeccionado en plata de ley dorada y se adorna con aproximadamente 60 gramos de oro donado por devotos. Por otra parte, estas donaciones han permitido la creación de piezas simbólicas y la integración de numerosas joyas que forman parte del diseño.
Símbolos religiosos y medios franciscanos en la corona de la Pastora de Málaga
Uno de los aspectos más destacados de la corona es su profundo simbolismo religioso, especialmente vinculado a la orden franciscana capuchina. Fue precisamente fray Isidoro de Sevilla quien dio origen a la advocación de la Divina Pastora gracias a una visión que tuvo. Por esta razón, en la parte superior de la corona hay una hornacina en forma de vieira con el Achuchón de San Francisco, uno de los medios iconográficos más reconocibles de la orden franciscana.
El Achuchón de San Francisco en la corona de la Pastora de Málaga
La hornacina se halla rodeada de un ramo de rosas, cuyas flores están íntimamente relacionadas con la iconografía pastoreña. De hecho, las ovejas que acompañan a la Divina Pastora llevan en sus bocas algunas rosas como símbolo de la pureza de María. Por otra parte, estas rosas simbolizan los avemarías que se rezan en la corona seráfica.
Sobre este conjunto que conforman hornacina y rosas, y timbrando toda la corona de la Pastora de Málaga, se yergue una cruz enriquecida con pedrería. Mientras tanto, en la parte trasera se halla una custodia en narración a las monjas de Santa Clara. Las clarisas, que asimismo pertenecen a la comunidad franciscana, fueron las encargadas de custodiar a la Pastora de Málaga tras la salida de los frailes capuchinos en el siglo XIX.
Una corona rica en joyas y oro gracias a las donaciones
El valencia material de la presea no solo radica en el trabajo del orfebre, sino asimismo en los materiales donados por los devotos. En este sentido, la mayoría de las joyas y piedras preciosas que se han engarzado en la corona de la Pastora de Málaga provienen de donaciones. El guardajoyas Lázaro Oscuro ha sido el encargado de engastar las piedras preciosas, aportando así un toque de distinción y brillo a la dormitorio.
Los rayos de la corona de la Pastora de Málaga se disponen sobre una cenefa paralela que da la sensación de estar flotando
Por su parte, los rayos que rodean la corona se distribuyen en grupos alternos, combinando formas onduladas y lisas. Esta disposición proporciona un huella visual de transición armónica. Por otra parte, una doble cenefa de ‘ces’ con circonitas refuerza el diseño, dando la impresión de que los rayos flotan en torno a la imagen.
Detalles campestres de la corona de la Pastora de Málaga
Siguiendo con los detalles de la corona de la Pastora de Málaga, junto a destacar la minuciosidad del repujado de la ráfaga y los imperiales. Estos últimos se conciben como racimos de flores que sobresalen de las mismas como tembladeras.
En el caso de la ráfaga, el diseño incluye una profusión de medios vegetales y florales tan acordes a la advocación pastoreña. Todavía es importante la presencia de un interesante software iconográfico animal que viene a engrosar el simbolismo cristiano de la corona de la Pastora de Málaga.
Pavos reales. Es el símbolo cristiano de la vida eterna.
Abeja. Encarna a las virtudes cristianas, por su incansable encaje en la colmena, por lo que es un símil de la propia Iglesia.
Polilla. Su inclusión en la ráfaga viene a simbolizar la resurrección y la inmortalidad, aunque asimismo alude a la brevedad de la vida y lo efímero de la belleza material.
Libélula. Este insecto, que con cada muda de piel entra en una nueva escalón de su vida, representa el crecimiento espiritual y la capacidad de afrontar los cambios con valentía y poder para alcanzar la mejor interpretación de nosotros mismos. Se relaciona con la longanimidad, que es uno de los frutos del Espíritu Santo.
Mariquita. Todavía llamamiento Vaquita de San Antonio, este insecto representa la protección y la buena suerte. Su característico caparazón rojo se relaciona con el mantón de la Inmaculado y los puntos negros hacen narración a los siete gozos de María.
La coronación de la Pastora de Málaga, una catequesis de oro
La coronación de la Pastora de Málaga no solo será un acto de fe. Ni siquiera un acto extraordinario que marcará un ayer y un posteriormente en la congregación pastoreña. Esta coronación será la ocasión para contemplar una obra de arte de la orfebrería que viene a perpetuar la devoción pastoreña, con varios siglos de tradición en la caudal de la Costa del Sol.
Libélula posada en la ráfaga de la corona de la Pastora de Málaga
Asimismo, la corona de la Pastora es una auténtica catequesis labrada en oro. Su diseño y su software iconográfico viene a contar la propia historia de la devoción pastoreña y el simbolismo que se desprende de aquel sueño con el que Fray Isidoro de Sevilla fijó la imagen de la Divina Pastora. Sin duda alguna, esta presea quedará en la memoria de todos los devotos más allá de los prolegómenos y la festiva celebración que vivirá su punto culminante con la procesión triunfal por el distrito de Capuchinos este sábado.