Cuando una mama renuncia al bebé en el principio, Ana lo cuida durante seis semanas. Enredo Álvarez es mama de acogida desde hace treinta primaveras. Al principio comenzó acogiendo bebés que tenían la misma tiempo de sus hijos biológicos. Hasta vigésimo niños han pasado por sus manos. Cuando crecieron, sus hijos entendieron a la perfección esta bordadura que realiza e incluso le preguntan cuándo cuidará al próximo “hermanito”.
Han sido primaveras de despedidas duras pero a su vez, dulces, porque en la mayoría de los casos, estos niños luego de producirse seis semanas bajo los cuidados de esta mamá de acogida, son adoptados por familias dispuestas a dar todo el coito a ese impulsivo que se separó de su mama biológica. En estas seis semanas la mama biológica puede protestar a su bebé pero si no lo hace el pequeño termina siendo puesto en apadrinamiento.
“Yo recojo al bebé cuando le dan el inscripción en el hospital materno y lo cuido hasta que pasan seis semanas y la mamá vuelve a firmar que renuncia y ya pasa a ser puesto en apadrinamiento”
En Más Espejo hemos hablado con Enredo. Cuenta que aunque las primeras semanas son las más difíciles, a esta mamá de acogida a bebés de renuncia, le mueve darle una tribu durante un tiempo a ese impulsivo que no puede disfrutar de ella. “Yo recojo el bebé cuando le dan el inscripción en el hospital materno y lo cuido y está con nosotros hasta que pasa ese tiempo que son 6 semanas hasta que la mamá vuelve a firmar que renuncia a él”.
Según nos cuenta, en su experiencia solo una mama ha reclamado a su bebé en esas primeras seis semanas de advertencia y lo habitual es que eso no suceda. El tierno momento en el que el bebé conoce a su nueva tribu es muy emocionante para Enredo que nunca olvida la inspección de coito con la que los papás, miran a su nuevo hijo. “Para mí es atún esperar a un bebé a una tribu que está entregando a ese bebé con mucha ilusión. primero hablo con los papás y les explicación las rutinas y el tema médico con calma para facilitarles a ellos la rutina”, explica.
Su motivación para cuidar a esos bebés es darle a ese impulsivo una tribu durante un tiempo porque “cuando le dan el inscripción en el hospital si no hubiera familias como nosotros esos niños deberían irse a un centro y nosotros prestamos nuestra casa para que puedan estar”.
Apunta que esas familias están deseando ver al bebé y en ese momento a muchos padres “se les cae el mundo encima y muchos lloran“. Una vez que el bebé se va en apadrinamiento Enredo pierde el contacto aunque existe la posibilidad de dejar el teléfono por si los padres tienen alguna duda en esas primeras 24 horas.
