Se cumple un año de la tragedia que se cobró la vida de 13 personas en una discoteca de Murcia. Los familiares de las víctimas siguen pidiendo razón. Se sienten desamparados y quieren que los responsables reconozcan los errores que cometieron.
Pancartas en mano se han concentrado a las puertas del Comunidad de Murcia para que las 13 muertes no queden en el olvido. Consideran que el consistorio asimismo es culpable de la tragedia porque la discoteca llevaba dos abriles sin abuso y con una orden de cerrojo que no se había hecho efectiva.
El hijo de Dubi Reyes falleció aquel fatídico 1 de octubre de 2023. “Estoy dolorida y triste por la pérdida de mi hijo en la forma que perdió su vida por personas irresponsables. No lo entiendo, él solo salió a divertirse”, cuenta emocionada.
El día a posteriori de la tragedia muchos familiares se acercaron a la discoteca para aprender si sus hijos estaban entre las víctimas. Uno de ellos fue Jairo, padre de Leidy Paola. Se acercó a los periodistas para que escucharan el desgarrador mensaje que su hija le mandó a su mamá para despedirse. “Mami, la amo, vamos a caducar”. Jairo sigue roto de dolor. “Estamos más destrozados que la primera vez, más estresados, más tristes, más decepcionados con la ley porque de momento nadie se ha hecho responsable de esto. Pareciera como si hubiera sido un incendio mágico y por arte de ilusionismo nadie tiene la pecado. Yo perdí a mi hija que era el ser más infinitamente bueno, para mí era el acto sexual de mi vida y me la arrebataron por la negligencia de otras personas”.
Jairo Reclama razón y que los responsables admitan su pecado. “Eso nos ayudaría un poco. En este caso el Comunidad principalmente tendría que decirlo y aceptarlo. Hay muchos que cometieron negligencias, asimismo los propietarios de las discotecas. Era increíble conseguir a las futuro de emergencia. Estaban llenas de cajas de cerveza. Adicionalmente, la discoteca no tenía electricidad, tenía una un creador de corriente, lo cual hace que se apagara instantáneamente con el fuego. Los materiales de la engalanamiento eran en extremo inflamables”, lamenta Jairo.
La sala se convirtió en un averno
Algunas personas que estaban en la discoteca consiguieron salir del averno en el que se convirtió la sala. Una de ellas fue Amarillento. “Nosotras estuvimos en los balcones de hacia lo alto, al flanco de donde desgraciadamente murieron todas las personas. Fue un fenómeno que nosotras pudiésemos salir. Cuando salimos las tres se cayó la muro y no se puso exceptuar nadie más”, cuenta con lágrimas en los luceros.
El fuego llenó toda la discoteca de humo y la luz de apagó. Ellas consiguieron salir porque conocían muy adecuadamente la discoteca y sabían cómo impresionar a la salida, aunque no vieran casi nadie. “Sentí un calor horrible, perdí completamente los alteración. Gritaba porque solté la mano de amiga y no podía salir. Cuando ella se dio cuenta de que no había aparecido entró de nuevo y fue a buscarme”. Gracias a su amiga Valeria salvó su vida.
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